En Chihuahua, cada 24 horas una persona se suicida, para muchos no es fácil pedir ayuda, tampoco aceptarse tal y como es, muchas de esas personas sólo buscan acabar con su sufrimiento. Las adicciones incrementan un 70 por ciento el riesgo de suicidio.
Lo anterior lo dio a conocer Mayté Herrera Legorreta, fundadora y presidenta de la asociación Que se escuche fuerte mi grito en su visita a la capital para impartir la conferencia “Hablemos de suicidio sin estigmas”, donde resaltó que Chihuahua ocupa el primer lugar en incidencia y entidades como Yucatán, Aguascalientes y Coahuila mantienen altos índices de suicidios.
Resaltó que en este momento hay muchas personas pensando en quitarse la vida, no están tratando de llamar la atención, sino que el suicidio para ellos es una solución para romper el dolor que sienten.
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“Cuando alguien tiene una ideación suicida es como si tuviera una enfermedad mortal y hay que llevarlo de inmediato al psiquiatra para salvar esa vida”, señaló Mayté.
Resaltó que el suicidio es una tragedia y hablar salva, porque la historia de alguien puede ayudar a otros, por lo que es necesario reconocer que como padres o madres no se puede solos, hay que acudir con un psiquiatra y confiar en los amigos a fin de contar con una red de apoyo.
Mayté sufrió la pérdida de su hijo Rubén, de 23 años, el 5 de octubre de 2021 y junto con su hijo David, en medio de la oscuridad de la pérdida encontraron una luz y decidieron convertir su dolor en esperanza para otros jóvenes. Crearon una cuenta de Instagram y en abril de 2022 establecieron la asociación a fin de eliminar el estigma que rodea al suicidio.
Además de que crearon el centro de integración y desarrollo ACAPS, que es un círculo de apoyo, una familia, creatividad, arte, amistad, aceptarse tal y como eres, es darte la mano cuando tengas problemas, darte un abrazo cuando estés triste o escucharte cuando lo necesites. El objetivo es apoyar y promocionar la atención, terapia grupal, apoyo mutuo mediante el intercambio de vivencias.
La asociación cuenta con cuatro fundadores y más de 30 voluntarios que trabajan de manera gratuita a través de WhatsApp y Zoom, ya que a decir de Mayté ninguna madre, padre o hijo deben enfrentarse a una situación tan dolorosa. A que se lleven a tu ser querido en una bolsa para hacerle la necropsia y estar sometidos a interrogatorios cansados mientras están luchando para respirar.
“En nombre del amor a mi hijo seguiré insistiendo en poner atención al bullying, las drogas y el suicidio, porque estamos ante un problema que se nos está saliendo de las manos”.
Mayté relató que un año y medio antes de morir, Rubén estuvo batallando con problemas de depresión. Un día le dijo: “Me quiero morir, estoy muy cansado” y ella como mamá no supo reaccionar, sólo lloró. Al verla su hijo le dijo: “Mami quiero que estés tranquila, el día que piense que no quiero seguir viviendo te lo diré”. Rubén saltó al vacío.
A pesar de que era una señal de alerta, la dejó pasar. No volvió a pensar que el suicidio rondaba su hogar. El día que su hijo terminó con su novia tuvo un brote psicótico.
Mayté resaltó que las mujeres son las que más intentan suicidarse, mientras que los hombres tienen un 86.1% de efectividad porque usan métodos más letales como el ahorcamiento, salto al vacío y arma de fuego.
La madre de familia hizo un llamado a estar al pendiente de sus hijos, de hacer una escucha activa y tratar de buscar la conexión emocional. “Ellos realmente están sufriendo, no es que sea una generación de cristal, tienen poca tolerancia a la frustración y se nos puede ir un hijo por algo de la escuela, por adicciones, por terminar con la novia”.
Además señaló que es necesario normalizar ir al psicólogo o al psiquiatra para tratar el problema. El suicidio es como una enfermedad mortal, que debe tratarse y prevenirse, sin embargo no se pueden encasillar los casos porque se trata de un monstruo de muchas cabezas.
Entre los factores de riesgo destacó que el 65 por ciento de los jóvenes, hombres y mujeres, que llegan a la asociación han intentado suicidarse y tienen en común antecedentes de abuso sexual, una situación que se guardan por años y luego brota el estrés postraumático.
Además la violencia intrafamiliar también es un factor de riesgo, los cambios constantes y los problemas económicos, además de los trastornos alimenticios.
Resaltó que las niñas, niños, adolescentes y jóvenes tienen mucha ansiedad social y se sienten solos, por lo que llamó a estar atentos a las señales de alerta entre los que destacan los cambios en la conducta alimentaria, los hábitos del sueño, empiezan a regalar sus cosas más preciadas o dejan sus hobbies.
De la misma manera dijo que si una persona con ansiedad consume drogas se incrementa en un 70 por ciento el riesgo de suicidio.
Pidió el apoyo de la comunidad porque hay muchos jóvenes gritando en silencio y se están muriendo, por lo que ACAPS brinda sesiones gratuitas los martes y jueves a través de la cuenta de Instagram se comparten los horarios.
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