El "policonsumo" de drogas registra un aumento en la población joven desde los 18 y hasta los 34 años en el estado de Chihuahua, pues de acuerdo con el Observatorio Nacional de Drogas, un 20.1 por ciento de personas en la edad referida consumió dos o más sustancias psicoactivas en más de una ocasión en el último trienio, mientras que en 2019, un 17.5 por ciento.
De dicho universo, que ronda en alrededor de 165 mil personas que se identifican en más de una ocasión como policonsumidoras de drogas, el 16 por ciento dijo que consumió hasta tres sustancias juntas, y la combinación más frecuente fue alcohol, marihuana y cristal en polvo, en ese orden de cantidad.
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Esta misma población, dijo que hizo dicho consumo entre 10 y 15 ocasiones en tres años. Otro 20 por ciento (de los 165 mil policonsumidores) aceptó que ha consumido alcohol y cocaína al mismo tiempo y en un promedio de 10 a 15 ocasiones.
El 11 por ciento, dijo que consumió alcohol y cristal y que lo ha hecho hasta dos veces al mes, en los últimos tres años.
Un 17 por ciento, afirmó que consumió hasta cuatro sustancias psicoactivas al mismo tiempo, pero respondieron que fue a través de pastillas, cápsulas o "polvos", de los que desconocen a ciencia cierta el contenido.
Otro 9 por ciento dijo que consumió pastillas con hasta tres distintos compuestos entre diazepinas, y benzodiazepinas, tranquilizantes o antidepresivos.
Estas últimas sustancias combinadas entre sí, fueron, en su mayoría, consumidas con algún tipo de bebida alcohólica o cigarro (tabaco).
De acuerdo al Observatorio de Drogas, la combinación de sustancias sintéticas como metanfetaminas, heroína o LSD, tienen mucho más impacto debido a que son altamente adictivas y sus efectos farmacológicos, psicológicos y neurológicos también son mayores.
Cuando éstas se usan "solas" o "no combinadas", provocan alucinaciones, daños en órganos, aumento de la frecuencia cardiaca, somnolencia, depresión respiratoria y en caso extremo pueden provocar la muerte. Por otra parte, la mezcla de dos o más sustancias, aumenta significativamente, estos riesgos.
Los principales efectos o daños que provocan, son en la salud mental, conductas violentas verbales o físicas, tanto en la familia como en su entorno social, escolar o laboral.
Sin embargo, el consumo de sustancias psicoactivas no sintéticas como marihuana, alcohol y tabaco también pueden llevar a otras más complejas, debido al efecto social de "presión" que existe en la actualidad que normaliza y fomenta su consumo.
El Observatorio de Drogas considera que el aumento en cantidad y tipo de sustancias consumidas son un problema de salud pública en aumento, por lo que sugiere algunas acciones dentro del ámbito familiar.
Estas son, comunicación asertiva, actividades de convivencia en familia, mayor presencia de madres y/o padres con sus hijas e hijos, tanto en lo relacionado con sus estudios, círculo de amistades y relación de madre y padre a hijas e hijos.
