En el marco del Día Mundial de la Concienciación del Autismo, la Secretaría de Salud federal dio a conocer que el Trastorno Espectro Autista (TEA), provoca deficiencias en la comunicación e interacción social, así como patrones restrictivos y repetitivos.
De acuerdo con la dependencia, dichos patrones pueden observarse en el comportamiento, intereses o actividades.
El origen del Trastorno de Espectro Autista es neurobiológico, y afecta la configuración del sistema nervioso, además de que modifica el funcionamiento cerebral, además, se caracteriza por la dificultad para interactuar socialmente.
El espectro incluye tres tipos de trastornos, los cuales son el autismo, el síndrome de asperger y el trastorno generalizado de desarrollo especificado.
La SSa expone que los indicios que pueden ser un indicativo de que un niño presenta TEA son diversos y van desde el desinterés que muestran niñas y niños por convivir con otros niños, por ejemplo, de su escuela.
Tampoco comparten intereses, y una firma común que presentan es que no señalan aquello que les llama la atención, toda vez que señalar con el dedo, es una forma común en que los niños muestran interés o gusto por algo.
Existe ausencia del juego simbólico, es decir, jugar con cosas como si fueran de verdad; y hay poco contacto visual.
En el caso de que exista lenguaje, éste es literal. Esto significa que un niño con autismo no entiende las bromas, chistes o metáforas.
Se caracterizan por evitar el contacto físico, y presentan hipersensibilidad en tácto, olfato, gusto o audición, así como intereses poco comunes.
Además presentan comportamientos "extraños, repetitivos y auto estimulantes".