Nuestro país tiene en su historia un personaje que marcó a Chihuahua, cabe resaltar que no se trata de una figura de ficción o del imaginario colectivo, si no de un héroe de carne y hueso; un rebelde indígena llamado Gabriel Teporáca o Tepórame, apodado como “El Hachero”, quien es recordado y reconocido por su lucha contra las injusticias y maltratos de los colonizadores españoles.
Él, fue uno de los dirigentes indígenas más importantes de finales del siglo XVII, esto de acuerdo al fallecido escritor chihuahuense Enrique Servín (abogado, políglota, activista de los derechos humanos de la diversidad sexual y escritor) que en vida lideró el proyecto por parte de la Secretaría de Cultura en convertir a Teporáme en un héroe de la vida real en las páginas de un cómic, titulado como Tepórame, ralámuli irétari, material escrito en rarámuri.
Y cuando se habla de superhéroes en los cómics, nos remontamos a los personajes ficticios de disfraz con capa, máscara y súper poderes, los cuales gracias a las productoras e industria de la cultura pop extranjera han generado una influencia y corrientes al grado de que difícilmente se visibilicen, se ubiquen o se den a conocer a personajes reales que han combatido las injusticias al encabezar grandes rebeliones en busca de mejoras sociales para su comunidad.
Ante este contexto, Tepórame fue un rarámuri y líder rebelde que en el año de 1653, fue perseguido y condenado a morir en la horca tras encabezar una rebelión contra los españoles que se asentaban en el municipio de Tomochi, en Chihuahua.
Tepórame, tiene su monumento en la ciudad de Chihuahua ubicado entre las avenidas Venustiano Carranza y Niños Héroes, fue asesinado el cuatro de marzo de 1653. Y a 369 años de su muerte en la actualidad es un símbolo de lucha de los pueblos originarios y de defensa de su patrimonio inmaterial.
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¿De qué trata el comic Tepórame, ralámuli irétari?
El cómic narra la historia de este héroe que no necesitó capa ni superpoderes, el cual encabezó una de las rebeliones más importantes de un grupo de rarámuri que lucharon contra la esclavitud y despojo de sus tierras.
En una declaración del escritor Enrique Servín, dijo que hay pocos documentos que cuenten la historia de Gabriel Tepórame antes de los levantamientos indígenas. Pero de acuerdo con un documento histórico del Archivo Histórico de Parral, se sabe de este rarámuri por el momento en el que fue condenado a la muerte.
Sin embargo, por el juicio que se le llevó a cabo, se conoció que él era un jinete que trabajaba con los misioneros, era huérfano y trabajó desde muy pequeño con los españoles. Aunque se conocen estos datos, no se sabe dónde nació ni qué fue de él durante su juventud.
Aunque hay poca evidencia documentada sobre su existencia y de cómo fue la destrucción del poblado, Enrique Servín y Jorge Luis, artista visual que dio vida a Tepórame en el cómic, tuvieron largas pláticas en las que ambos determinaron cuales serian los elementos que definirían a este como, en el que se tomó en cuenta las leyendas tarahumaras como los cometas verdes que aparecían de repente y que para los sacerdotes eran de mal augurio. O de las crecientes de agua o árboles moviéndose atacando las iglesias. Todo esto enriqueciendo el contenido de la historia.
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Uno de los momentos más fuertes del cómic es cuando condenan a Tepórame y un sacerdote que lo juzgaba, quien le propuso lo siguiente: “tu alma se puede salvar si besas el crucifijo”. A lo que él contestó “yo beso el crucifijo si el sacerdote me demuestra que se va al cielo y regresa con los zapatos puestos”, para posteriormente escupirle en el rostro.
¿Quién escribió la historia de este cómic?
Este cómic fue escrito por Rawí Siyóname y traducida y narrada en rarámuri por la promotora cultural y conductora de radio Irma Juana Chávez e ilustrado por Jorge Luis Barraza.
Para los creadores de este cómic, se trata de un material que no busca mostrar el lado estricto y real de los hechos históricos, sino de fomentar la identidad indígena en torno a esta figura y héroe. Jorge Luis, declaró que Teporáme ha estado ausente en la historia incluso para los mismo miembros de la comunidad tarahumara. No obstante el ilustrador plasmó en este cómic escenas con mucha acción y valentía. Personaje catalogado como un “héroe muy realista”.