El director general del Colegio de Negocios, Luis Arturo Gómez, consideró que el último aumento en un 20% al salario mínimo ocasionará afectaciones a las empresas que tendrán un costo de operación más alto; aparte, se prevé el posible cierre de algunas empresas, un incremento en la inflación, y un alza en la informalidad.
Explicó que dicha alza puede provocar, en primera, que suba más la inflación, puesto que cuando las personas tienen más dinero, consumen más, y al haber más consumismo, precisamente por cuestión de oferta y demanda, los precios de los productos y servicios suben.
Aparte, al subir los salarios es posible que algunos empresarios se vean obligados a cerrar por no poder pagar esos sueldos, y ello incidirá negativamente en el crecimiento económico; o por otro lado, habrá empresarios que opten por despedir colaboradores y después contratarlos de manera informal con menos prestaciones.
“Definitivamente estos incrementos por decreto no nos llevarán a ningún lado. Está bien los que se hicieron, pero quizá a partir del próximo año el incremento debe ser igual a la inflación, o uno o dos puntos porcentuales más a la inflación; pero definitivamente ya no pueden seguir los incrementos de esta forma”, expuso.
Al retomar el decálogo de economistas internacionales, apuntó que uno de los aspectos en que coinciden es que desde el gobierno no debe tener un control de precios porque daña al libre comercio, sino que éstos tienen que dejarse a la iniciativa privada.
Otra cuestión es que los salarios no tendrían que subir por decreto, que lo ideal sería ajustarse conforme a la oferta y la demanda, es decir, si hay un trabajo que nadie quiere hacer por diversas cuestiones evidentemente se ofrecerá un muy buen sueldo; por lo contrario, si hay un puesto que todos los trabajadores quisieran tener, entonces seguramente éste será mal pagado.
“El gobierno no debe fijar los precios ni tampoco controlar por decreto los salarios, ¿Qué tiene que ver eso con el incremento? Precisamente que en México se quiere subir el salario por decreto presidencial, y así no funciona la economía. Todos los precios se rigen por oferta y demanda”, dijo el experto en temas financieros.
En este sentido, ejemplificó que en los países europeos la mayoría de la población promedio son de mayor edad y pocos los jóvenes, entonces que los puestos de obreros o albañiles son muy bien pagados porque no hay quien haga ese trabajo.
Por lo anterior, reiteró que los sueldos no deben ser manipulados por el gobierno, sino que los sueldos tienen que definirse por oferta y demanda; sin embargo –dijo-, en nuestro país tenemos el problema de que hay un desajuste en la oferta y demanda de empleos, es decir, hay muchas personas que desean un empleo y pocas personas que ofrecen un empleo, debido a la escasa cultura emprendedora que existe.
“Todo lo anterior representa un reto a largo plazo para los tres niveles de gobierno y para la cultura e idiosincrasia mexicana que viene desde la familia. Los planes de estudio del nivel básico deben fomentar la cultura emprendedora, enseñar al estudiante a montar una empresa formal sin importar la carrera que estudie. Además, el gobierno debe facilitar la creación de empresas y el pago de impuestos aún más de lo que es ahora. Y por último, nosotros mismos como ciudadanos y como familia, debemos enseñarles a nuestros hijos no sólo a ser empleados, sino también empresarios”, abundó Gómez.