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El presidente de la Unión de Comerciantes y Productores de la Central de Abastos de Chihuahua, Maurilio Ochoa Molina, evidenció la relevancia que tienen como sector organizado en el país, y recordó que alrededor del 70% de los alimentos en México se distribuyen por medio de las centrales de abasto.
El entrevistado expuso que el tema de la inflación evidentemente los ha afectado bastante, porque los aumentos a los precios de algunos artículos les “pega” duro ya que el consumo disminuye.
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En torno al Plan Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) del Gobierno de la República, Ochoa expuso que se ha percibido que la inflación ha llegado a disminuir por diversas situaciones como la producción, pero que el plan en sí no ha impactado en mayor medida.
“El precio es el precio. Influye por ejemplo el alza en la gasolina porque el flete aumenta. Nosotros como comerciantes tenemos un porcentaje de utilidad y de ahí tenemos que pagar a toda la gente. Nosotros no ponemos los precios, y aparte hay que agregarle el flete, las mermas, cómo llega la mercancía, si viene en refrigeración o no, porque nosotros siempre tenemos productos frescos”, aseguró el empresario.
Reforzando lo anterior, explicó que al recibir mercancía a diario, y dependiendo de los precios de origen, es lo que da la pauta para los costos finales donde tiene que ver la región, la cantidad, y cómo se ha comportado la cosecha, principalmente.
Detalló que hay productos como la cebolla y el aguacate que han aumentado de manera considerable, aunque es por temporadas; esto es, recalcó que hay varios factores que inciden para que los precios suban o bajen.
En su visita a Chihuahua, Arturo Salvador Fernández Martínez, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca), dijo que la emergencia sanitaria sacó a la luz las debilidades del sector, pero que también pusieron al descubierto los talentos para permanecer y mejorar sus negocios, incluso accediendo a novedosas formas de hacer comercio utilizando las plataformas digitales.
Manifestó que, desde el exterior recibieron los reflectores como única opción para impedir que la pandemia derivara en dos crisis: una alimentaria y otra social; sin embargo, eso fue suficiente para que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) los reconociera como los héroes de la alimentación.
Aprovechó para externar que actualmente, uno de los aspirantes a la Presidencia de la República está volteando a ver las fortalezas de este sector, y retomando la vieja propuesta de Conacca de promulgar una Ley Federal de Abasto y Distribución de Alimentos, como reglamentaria del derecho a la alimentación previsto en el Artículo 4 de la Constitución.
“Se los digo sin triunfalismos, la Red Nacional de Centrales de Abasto se encuentra quizá en el mejor momento de su historia, con grandes oportunidades, innumerables retos y una gran experiencia para salir adelante ante cualquier adversidad”, refirió.
Declaró que el panorama futuro ofrece muchas oportunidades pero también demanda el compromiso social y la formalidad, por lo que consideró que puede ser el último “chance” para darle al comercio tradicional su carácter de sector mayoritario en la distribución de alimentos.
Fernández anunció que la próxima reunión de la Unión Mundial de Mercados Mayoristas será en Cancún, Quintana Roo, y que el compromiso es que el sector sea capaz de concentrar a por lo menos a mil asambleístas del sector.
Es de precisar que el Sector Abasto Alimentario está integrado por 65 centrales de abasto, participan 55 mil empresarios comerciantes, genera un millón 850 mil empleos directos, y distribuye el 73 % de los alimentos totales. Abastece a un millón 500 mil minoristas, mercados públicos, tiendas de barrio, restaurantes, comedores comunitarios, fruterías, hospitales, escuelas, centros policiacos y militares, entre otros.
