Dentro de la motivación de los crímenes del enfermero Jorge Ceballos Almengor era primero la obtención de una ganancia económica, por lo que no sentía remordimiento a la hora de cometer los delitos, aseguró el criminólogo Israel Carmona Nájera.
“Esta persona no nada más manipula, sino que tiene un alto nivel de indiferencia, que lo hace que cometa el homicidio, que si no hubiera altos niveles de agresividad… es por ello que no les importa culminar con la vida de uno o varios individuos”, precisó.
Para el catedrático del Claustro Universitario de Chihuahua, la forma de actuar de Jorge Ceballos Almengor es de una persona que planeó muy bien sus acciones, para después culminar con la vida de los afectados de sus transas, al ofrecer plazas laborales, cuando bien sabía que eso no era posible, aunque otorgara documentos originales con sellos del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Dentro del análisis criminológico que hace del ahora imputado, señala que se trata de una persona con un alto grado de impulsividad. “En estos ámbitos es común que se den síntomas de diferentes niveles de estrés, a nivel emocional, de muchas problemáticas. Esta persona presenta rasgos de agresividad, pero las causas pueden ser diversas, la conducta violenta siempre ha sido un fenómeno que ha sido investigado, pero hay que conocer parte de sus antecedentes, porque puede tener predisposición hacia la violencia”, explica Carmona Nájera.
Aseguró que debe de verse el entorno que ocasionó que Jorge Ceballos Almengor desviara su conducta para cometer los crímenes de los cuales es acusado por parte de la Fiscalía General del Estado.
El criminólogo Israel Carmona sostuvo “es un sujeto hábil para manipular las personas, orquestar todo un teatro para vender plazas laborales por diversa cantidad, y son sujetos que viven al día y esperan la gratificación económica, y no les importa acabar con la vida de alguien más, no les importa el dolor ajeno. Presenta altos niveles de frialdad e indiferencia”.
Jorge Ceballos Almengor, enfermero del IMSS, es el tipo de homicida serial por comodidad, es decir por ganancia, aseguró el interrogador forense y perfilador criminal Carlos Ochoa Quiroz.
De acuerdo con el especialista, los asesinos en serie son muy variados en sus motivaciones y se pueden también clasificar en la línea de la ganancia material o la búsqueda de un estilo de vida cómodo, siendo quizás el tipo de asesinos en serie más antiguo reconocido y menos complicado en su motivación. A diferencia de los asesinos lujuriosos hedonistas como Jeffrey Dahmer que están motivados por el sexo, estos depredadores buscan principalmente ganancias financieras y una mejor calidad de vida a través del acto de asesinato.
Indicó que este tipo de asesinos eran más comunes en los siglos pasados, en tiempos de desorden anárquico alrededor del mundo, cuando las instituciones formales de justicia eran débiles y el valor de la vida era más bajo de lo que es hoy.
Sobre Jorge Ceballos, dijo que aunque hay ciertas similitudes entre este tipo de asesino en serie y asesinos a sueldo (asesinos a sueldo profesionales), son categorías separadas y distintas. Significativamente, los asesinos de la comodidad/ganancia no son profesionales porque seleccionan sus propios objetivos y no reciben un salario de un tercero por cometer un asesinato. En cambio, cometen homicidio en respuesta a una necesidad emocional de comodidad o seguridad. Por el contrario, los sicarios profesionales matan porque es su trabajo hacerlo. Los asesinos a sueldo son asesinos por contrato emocionalmente separados en lugar de los asesinos en serie por ganancia que se interesan por sí mismos.
Antes de convertirse en asesinos por comodidad, es decir por ganancia, tales delincuentes a veces están involucrados en (y pueden tener condenas anteriores) robo, corrupción, fraude, falta de pago de deudas, malversación y otros delitos contra la propiedad. Con frecuencia, las víctimas de tales asesinos son familiares o conocidos cercanos relacionados con sus actividades laborales o de negocios.
Indicó que después del asesinato de un amigo, pariente cercano o alguien relacionado con su ámbito laboral, un asesino de comodidad por lo general esperará durante un periodo de tiempo antes de volver a matar para permitir que las sospechas de las personas cercanas desaparezcan. El tiempo de enfriamiento entre cada homicidio disminuye en virtud de las necesidades financieras del asesino y el tipo de víctima se aleja de su círculo cercano en virtud de necesidad de evadir vínculos con otras víctimas.
