Con la alta probabilidad de regresar al color rojo en el semáforo epidemiológico por la contingencia sanitaria, los chihuahuenses han tomado las cosas con más calma y han bajado su asistencia a restaurantes tanto del Centro Histórico, como del periférico de la juventud, además de seguir de buen talante los protocolos y lineamientos marcados por el sector salud.
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“En estos últimos días sí ha habido una disminución de comensales, se ha notado mucho, ahorita estamos cumpliendo con el aforo del treinta por ciento, pero sí se ha visto que vienen menos personas”, dijo a El Heraldo de Chihuahua el gerente de un céntrico restaurante situado a un costado de la Catedral Metropolitana.
Los restaurantes siguen estrictos protocolos para recibir a los comensales, antes de ingresar pasan por un filtro donde se toma la temperatura, se desinfectan las suelas de los zapatos en un tapete y se les ofrece gel antibacterial para limpiarse las manos. Además se les explica que la permanencia tiene un límite de tres horas, así como el número de personas.
“La gente se está acostumbrando poco a poco, como a todo y es jugar con la situación, adaptarnos, respetar y apoyarnos, sobre todo, más que nunca a los negocios locales”, dijo el propietario de otro establecimiento.
“Sí ha bajado, bastante, cuando nos pasaron de amarillo a naranja y más que salió que se puede volver a rojo, sí bajó considerablemente”, señaló el gerente de otro restaurante, también del centro.
Pero el asunto no es diferente en los restaurantes del periférico de la juventud, como ejemplo los del Distrito 1, donde se ha visto poca afluencia en los últimos días, respetando el aforo del treinta por ciento en espacios cerrados y del cincuenta por ciento en terrazas, lo mismo que ocurre en Fashion Mall y en el Paseo Central.
La gente ha dejado de asistir en masa a los restaurantes, prefiriendo el servicio para llevar o a domicilio, ya sea llamando directo al restaurante de su elección o por las diversas aplicaciones de entrega de comida.
En tanto, algunos lugares han tenido que cerrar sus puertas debido a la baja afluencia clientes.
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