El Tianguis de la colonia El Porvenir, en el norte de la ciudad de Chihuahua, es uno de los más extensos que se instalan durante la jornada dominical, y que son punto de reunión de las familias, compradores en solitario, o como paseo de los habitantes de la zona que salen a “chacharear”, durante su día de descanso.
En el lugar, se pueden ver a quienes ya están acostumbrados al intenso sol de la primavera , caminar sin ninguna protección, cabeza descubierta y manga corta, buscando las ofertas que ofrecen los tianguistas, que pueden ser desde autopartes, ropa, herramientas, artículos para el hogar, novedades, cosméticos, comida y antojitos, calzado, entre otras muchas mercancías.
La procedencia también es variada, pueden ser artículos nuevos adquiridos al mayoreo para dar precios accesibles con una ligera ganancia para el vendedor que lo pone a un precio individual, hasta artículos de reúso, principalmente de ropa, herramienta, calzado, que permite a los hogares con economía más vulnerable adquirir los artículos que se requieren en casa y que no se pueden comprar nuevos.
Hay puestos bien armados, con su mobiliario para mostrar la mercancía, e incluso, mini carpas para tolerar el intenso calor y los ardientes rayos del sol; en los casos de vendedores con mayor precariedad, instalan lo que se llaman ‘tendidos’, en los que se acomoda la mercancía sobre el suelo, y pone a la vista los artículos que se venden para que las y los marchantes, puedan escoger lo que andan buscando para comprar.
La singularidad de estos espacios de comercio populares permite ver un amplísimo crisol de compradores, desde quien no va a comprar nada, pero le gusta visitar los puestos para ver las mercancías y hacerse uno con el resto de los marchantes, entre la algarabía de la música, los pregones de los comerciantes, y el festivo ambiente dominical.
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También, están los compradores de otras zonas de la ciudad con mayor poder adquisitivo, pero visitan el afamado Tianguis del Porvenir, para cachar ofertas y artículos usados en buen estado, que consideran toda una ganga, el garbanzo de a libra entre las decenas de puestos y tendidos extendidos sobre la avenida.
Para otros visitantes, es un paseo dominical, en el que sale toda la familia, desde el padre, la madre, los hijos e hijas, los tíos, tías, abuelas, y acuden a los puestos de antojitos mexicanos donde pueden saborear de una infinidad de comida con el sazón inigualable del Tianguis, para después dar una vuelta entre los puestos, saboreando un refrescante boli o paleta de hielo, bajo la sombra de una colorida sombrilla, porque está sabroso el calor.
