“Soy Mya sobreviviente de un feminicidio, hace menos de un año, fui apuñalada 47 veces por una persona con la que compartía sueños, una persona que decía que me amaba y le abrir las puertas de mi casa”, relató Mya Naomi Villalobos Saldaña ante un auditorio nutrido en el estado de Morelos.
Lo anterior en el marco del 4to. Foro del Parlamento de Mujeres 2023 organizado por la diputada del estado de Morelos, Tania Valentina Rodríguez, quienes invitó de manera especial a la diputada local Adriana Terrazas Porras, presidenta del Congreso del Estado de Chihuahua y a Mya donde destacó que el miedo que hoy siente la impulsa a alzar la voz, para exigir justicia y sobre todo sentar un precedente para que los adolescentes infractores sean procesados por agredir a una mujer.
“No descansaré hasta que la Ley Mya sea una realidad”, sentenció a la vez que llamó a los integrantes del Congreso de la Unión a que la iniciativa sea aprobada para construir un México sin violencia.
La joven señaló que ella tenía una relación de noviazgo adolescente con su agresor, “Hasta el día de hoy me preguntó como llegue a ese momento”.
Mya destacó que a pesar de toda la información que existe en torno a la violencia en el noviazgo no alcanzó a vislumbrar las alertas, ello debido a la cultura del patriarcado que pretende acallar las voces de las mujeres.
En su testimonio mencionó que se normaliza la violencia e inculca que es normal que el novio te grite, que te aviente tu celular y se romantiza una conducta de celotipia. “Estamos poniendo en riesgo nuestra vida, si no nos damos cuenta”.
Al relatar su testimonio como sobreviviente de violencia extrema dijo que no busca la re victimización, sino convertirse en la voz de muchas mujeres que han sido agredidas por un adolescente, buscar ser un ejemplo a nivel nacional y encender alertas en otras niñas y adolescentes a fin de que no sufran lo que ella vivió, ya que aún le cuesta conciliar el sueño.
Recuerda que al momento de romper su relación con él con la intención de salir del círculo de violencia en el que vivía, la agredió al tomar conciencia de que ya no podría controlarla.
“Cada herida recibida en mi cuerpo me dice que no debo callar, que debo de exigir justicia”. En el nosocomio sentía como su último aliento se iba apagando.
Las cicatrices no son sólo físicas, sino que han quedado en su corazón y en el de su familia, vive con el temor de volver a ser agredida debido a que su agresor continúa libre, gracias a un juez que no ha juzgado con perspectiva de género e incluso se ha convertido en el defensor de su agresor.
“Para mi no ha habido una palabra de aliento, que me diga que confié en su palabra como juez. La sororidad la ha encontrado en las integrantes de colectas de Camargo, Chihuahua, y Morelos, como de otros estados que le hacen patente que no está sola.
La joven chihuahuense decidió alzar la voz por todas las niñas, adolescentes y mujeres, para decir basta a los jueces que juzgan sin perspectiva de género, es momento de decir basta a la violencia de género.
“Si tu novio te grita, si tu padre te golpea, si tu compañero te ofende, si un maestro te acosa es violencia, no te quedes callada”.