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Los criaderos clandestinos de animales exóticos en el estado, terminan convirtiéndose en una "carga" para los zoológicos a nivel estatal, toda vez que los ejemplares que termina siendo asegurados por autoridades como la Fiscalía General de la República, Profepa y Semarnat, estos últimos los ponen a disponibilidad de los zoológicos para el cuidado de las especies.
Cuando las autoridades aseguran animales exóticos después decomisarlos o salvarlos, estos son llevados a zoológicos que puedan mantenerlos, sin embargo, muchos de los zoológicos en México, no tienen el apoyo adicional de las autoridades y en cambio estos establecimientos terminan cubriendo los gastos que genera el resguardar los animales.
Así lo explicó el empresario y dueño del Zoológico de Aldama, Alberto Hernández, quien aseguró que parte del problema que aumenta la venta clandestina de animales exóticos, tiene que ver con la falta de regulaciones, que se apliquen estas leyes y a la demanda de estos especímenes.
Comentó que la comercialización ilegal engloba tanto a fauna como flora, y que estas deben estar reguladas para poder controlarse, es casi imposible que se puedan evitar debido a la demanda que existe alrededor del mundo.
Así como sucedió el pasado 15 de agosto, cuando agentes de la policía municipal de Nezahualcóyotl en el Estado de México, aseguraron un cachorro de tigre de bengala, luego de que varios automovilistas se percataran que un sujeto llevaba consigo a un felino salvaje, luego del reporte y con ayuda de cámaras del C4 municipal se desplego con operativo con el que lograron dar con el conductor y asegurar el animal.
El joven de 22 años dijo haber conseguido el felino de tres meses por su padre, en un supuesto criadero en el Chihuahua por la cantidad de 75 mil pesos; el padre arribo al lugar con supuestos documentos, no obstante ninguno de los papeles había sido avalado de la compra legal del felino, por lo que se tuvo que resguardar al ejemplar y trasladarlo al Zoológico de Los Reyes, en La Paz, Baja California.
En el cuaderno de divulgación ambiental sobre el tráfico ilegal de vida silvestre de Semarnat de la edición 2013, se habla sobre los factores detonantes que tiene este mercado, como lo es la demanda que es promovida por grupos consumidores impulsados por valores sociales y culturales, como lo es el estatus social, seguido por el valor medicinal que se atribuye a muchos productos derivados de la vida silvestre.
Esta acción puede traer un precio altísimo a los ecosistemas y sus especies, en la información que ofrece la Semarnat menciona distintos niveles en los que puede afectar, comenzando por el nivel de los organismos, la evidencia se refleja en las fuertes y crueles condiciones en las que se ven sometidos durante la captura, transporte y venta; que se traduce en lesiones, contagio de enfermedades e incluso la muerte de las especies.
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A nivel especie se habla de cómo esta práctica los orilla al peligro de extinción, desestabilizando las poblaciones de flora y fauna silvestre debido a que se extraen ejemplares jóvenes, lo que provocando una baja en la tasa de reproducción en toda la especie; así mismo se menciona que a nivel ecosistema, debido a que la extracción masiva provoca ecosistemas vacíos que no permiten que se realice las funciones ecológicas necesarias para el mantenimiento de una área.
Alberto Hernández dijo que la SEMARNAT es la encargada de regular ciertos cánones para la comercialización legal de animales silvestres, usualmente llevada a cabo entre zoológicos o cautiverios para la restauración de alguna especie.
También menciona que no es la primera vez que se ha visto a una persona con un animal salvaje por las calles, cuenta Hernández que incluso en Chihuahua capital se llegó a conocer a un empresario que paseaba a su tigre adulto por las calles, afortunadamente no hubo graves consecuencias, “pero sucede lo mismo que con el joven que traía al cachorro, ahora está en un procedimiento legal por la autoridad federal… deben aplicar regulaciones necesarias.
En México, quien se encarga de gestionar el sistema de concesiones de permisos y autorizaciones, es la Dirección General de Vida Silvestre (GDVS), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Asimismo, la autoridad científica que se encarga del asesoramiento de los efectos del comercio de la vida silvestre es la Conabio; Y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiental (Profepa), es la responsable del marco jurídico en materia ambiental así como la aplicaciones de la ley establecida por la CITES.
Un caso que refirió el señor Alberto sobre este tipo de casos que deben ser regulados, es sobre las jaurías de perros, la cual no se ha podido regular debido a los ambientalistas y protectores de animales, quienes protestan cuando se trata de llevar a cabo algún ajuste para la regulación de estos animales, “entonces volvemos a lo mismo, son situaciones anómalas que deben ajustarse a la ley”.
