El coordinador del grupo parlamentario de Morena, Cuauhtémoc Estrada, refirió como irresponsables e irrespetuosas en contra de un sector femenino las expresiones que hizo el dirigente estatal del PAN respecto a los disturbios que se generaron ayer durante la marcha por el 8M.
Agregó que cuando alguien pretende hacer creer que las mujeres son incapaces de decidir con independencia la forma de protestar y manifestarse es porque continúa viviendo en una época de antaño inmersa precisamente en el patriarcado.
Con esas acusaciones, aseveró que Gabriel Díaz no le está faltando al respeto a Morena, sino a todas las mujeres que tienen total capacidad de decisión y de acción y quienes salen a la calle a exigir el respeto e igualdad de derechos.
En cuanto a la manera en la que se efectuaron las manifestaciones ayer, enfatizó que, a su parecer, nunca deberá ser sinónimo de vandalismos ni violencia, recordando que Morena y otras expresiones políticas y grupos ciudadanos hacen uso de su derecho de expresión de manera pacifica sin llegar a los extremos que se vieron por parte del contingente por el 8M.
Pese a no estar de acuerdo con ese tipo de expresiones, dejó en claro que es consciente que jamás se podrá comparar un vidrio quebrado o una ventana ardiendo con un feminicidio.
En cuanto a las especificaciones que dio Díaz Negrete de las personas a las que acusó ser infiltradas de Morena, el legislador cuestionó la manera en la que logró detallar con tanta precisión esos datos en los que no solo los relaciona con el partido guinda, sino que hasta especifican pertenecen al sur del país sin efectuarse todavía una investigación al respecto.
En ese tenor, dijo desconocer si entre los infiltrados que denuncia el PAN también estaban incluidos los hombres que desde el primer piso del Palacio de Gobierno lanzaron bombas de gas a las manifestantes.
Finalmente, denunció que con las acusaciones que está haciendo Acción Nacional pretenden eludir la responsabilidad que le corresponde al Gobierno del Estado por la falta de acciones preventivas durante la marcha, lo cual dejó como consecuencia acciones “como siempre” tardías una vez que las cosas se salieron de control.