Seguros catastróficos, tecnificación del riego y tasas de interés bajas son las áreas de oportunidad que se tienen para darle al productor certidumbre y tener un campo productivo en este 2023, comentó Octavio Jurado Juárez, economista y analista de políticas públicas de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA).
En entrevista para El Heraldo de Chihuahua destacó que actualmente las políticas públicas de la administración federal tienen continuidad, incluso el presupuesto para 2023 trae un aumento en programas de Bienestar enfocados en los pequeños productores, dado que mundialmente se ha establecido que el futuro de la seguridad alimentaria en el planeta depende del pequeño productor, por lo que es importante que México logre incorporar una agricultura productiva, organizada y resiliente, que no agote el recurso agrícola.
Destacó que se hace necesario planear a futuro, pues para 2050 serán 250 millones de mexicanos, por lo que la agricultura debe verse a largo plazo para garantizar el alimento.
Explicó que ante el panorama que vive el campo hacen falta mejores herramientas enfocadas en la administración del riesgo, sobre todo tomando en cuenta el cambio climático, ya que en las políticas públicas no existe la figura el seguro catastrófico, “el riesgo climático es un valor central porque hoy sequía, mañana inundaciones y luego las heladas; el seguro hace un trabajo central”.
Octavio Jurado señaló que actualmente se trabaja con la Secretaría de Hacienda Federal y con algunas aseguradoras a fin de implementar un programa piloto o modelo. Al menos en este presupuesto no aparece recurso para este rubro, pero sería una precondición para darle certidumbre al productor en un ambiente tan complejo.
Un elemento más sería la tecnificación del riego, donde existe un fondo y banca para ello.
Un tercer elemento sería una tasa de interés más barata, porque actualmente los créditos que ofrecen son del 20 al 25%, lo que deja a los productores fuera del mercado.
“Estas tres son áreas de oportunidad para que los productores tengan certidumbre y se cursen un 2023 más productivo”.
Destacó que se trata de oportunidades para enriquecer el marco de actuación donde le vaya bien a los productores y, sobre todo, haya disposición de alimentos necesarios, de tal manera que no se encarezcan, que es la preocupación central.
Situación actual del campo
En el mundo se generaron varias situaciones que abonaron a la incertidumbre para el sector, el más relevante es el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que afectó la salida del 30% de la oferta global del cereal, lo que generó que los precios se dispararan, aunado al anuncio de Rusia que no iba a exportar trigo, sólo México le compra alrededor de 150 mil toneladas al año.
India le sigue con la misma medida ante no saber qué pasará con la oferta de cereales entre Rusia y Ucrania; la India reserva la exportación, siendo uno de los principales productores en el mundo.
La decisión de política que tuvo China por Covid Cero ocasionó una disrupción severa en la cadena se suministro, de tal manera que el comercio que era razonablemente rápido se volvió complicado pese a que países como Beijing y Shanghai empezaron a operar en un 30%, lo que generó una alta concentración de contenedores estacionados, que empezó a limitar y encarecer sensiblemente el transporte, sobre todo el flete marítimo.
Ejemplificó que un contenedor para sacar nuez del puerto de Mazatlán a Beijing en condiciones normales tenía un costo de 2,300 a 2,500 dólares, ahora subió a 23 mil dólares, lo que imposibilitó el embarque de la oferta mexicana.
A los sucesos que se dieron derivados del conflicto se suma el problema climático, donde Europa, China, Brasil y México son afectados por la sequía, lo que alimentaba la incertidumbre.
La pospandemia también ha inquietado sobre el querer abrir la actividad económica, durante la pandemia la tasa de interés fue baja, pero luego al querer salir todos a la calle vino una sobredemanda que empezó a generar un espiral inflacionario.
Ahora, los bancos en el mundo están tratando de contener esa inflación con el aumento de interés y las medidas que cada país está tomando, en el caso de México el plan antiinflacionario y el acuerdo con 15 empresas para controlar el costo de la canasta básica y no tener un impacto tan alto.
Las tasas de interés elevadas, una restricción en la oferta, demanda felizmente creciente, el riesgo de la contención es que eventualmente vayamos a un proceso de rescisión, porque no sólo es controlar el incremento de la demanda, sino que contiene la oferta de dinero al encarecerlo; se vaticina que se sentirá más profundo para el segundo trimestre de 2023.
