Los sismos registrados en los últimos días en la zona serrana se deben a una falla geológica de distensión, perpendicular al Rift Río Grande, explicó el ingeniero investigador geólogo Rodrigo de la Garza Aguilar, máster en Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
“Los sismos no son nuevos, es un fenómeno recurrente, sin embargo el sismo registrado el pasado lunes sí es extraordinario”, indicó el especialista, debido a la magnitud que presentó.
Por su parte, el profesor Alonso Méndez Torres, de Chihuahua Tiempo Severo, señaló que se pueden presentar hasta 10 réplicas, la segunda se registró durante los últimos minutos del día miércoles.
Los sismos empezaron a registrarse en Chihuahua el pasado lunes, cuando varios poblados serranos se despertaron con el movimiento, de manera inicial se dio a conocer que había sido de una magnitud de 5.1, posteriormente de manera oficial se determinó que fue de 4.6.
El máster en Ingeniería Rodrigo de la Garza Aguilar explicó que una falla es una ruptura de la corteza terrestre, una de las fallas de distensión más grandes que afectan al estado es el Rift Río Grande, a éstas se deben los sismos. Reconoció que hace falta trabajo de mapeo sobre todo en cuestión de riesgos geológicos.
Destacó que Chihuahua no es considerada zona sísmica debido a que registraba sismos de baja intensidad, “No hay ningún lugar en la tierra que esté estático debido a que la tierra está viva y desfoga la fuerza interna”.
Explicó que a 35 kilómetros de profundidad hay unas corrientes de convección que están tratando de separar la corteza y la distensión pasa por el estado de Chihuahua. A consecuencia de esto, fisiográficamente Chihuahua se encuentra en una zona de sierras y valles, por ejemplo por la carretera a Ojinaga se puede apreciar que hay una sierra y un valle; por el lado de Cuauhtémoc se tiene hasta la Sierra Azul y luego pura roca volcánica, la falla de distensión lo que provoca en los valles es que se vayan separando.
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Dijo que se han calculado 200 kilómetros de ancho en la falla de Rift Río Grande, a consecuencia de ella se producen fallas perpendiculares a ésta que según los cálculos están a 10 kilómetros de profundidad.
Recordó que hace aproximadamente siete años se registró un enjambre sísmico en Santa Matilde, municipio de Guazapares, ello dio pie a la creación de una red sismológica, con el estudio que hicieron bautizaron a esa falla como La Moscarda, a siete kilómetros de profundidad.
Todas las fallas que existen en el estado están activas, en el caso del Ritf Río Grande se va socavando la corteza, cada año se abre cuatro centímetros, y de continuar estos movimientos se romperá la corteza terrestre, se calcula que será en 50 millones de años.
El especialista destacó que hay que voltear a ver estos sismos a fin de que quienes se dedican a la construcción y a la legislación en mecánica de suelos se tenga en cuenta el incremento de estos fenómenos geológicos.
Recordó que el sismo del 21 de septiembre de 2013 fue el de mayor magnitud en el estado al registrar 5.46, por lo que el registrado el pasado lunes es el segundo en magnitud.
Con la pandemia se suspendieron las actividades de la Brigada de Riesgos Geológicos con la que contaba la Facultad de Ingeniería, entre sus actividades estaba visitar las comunidades donde se registraba un sismo, revisaban las viviendas y se le brindaba un poco de cultura al respecto a los moradores a fin de que pudieran actuar en caso de emergencia.
Reconoció que falta mucho mapeo y exploración superficial, hace falta un plano de riesgos para el estado de Chihuahua.
Por su parte el profesor Alonso Méndez Torres señaló que el sismo registrado este miércoles es la primera réplica del sismo inicial de 4.6, por lo que es posible que pueda haber entre 8 y 10 réplicas.
Destacó que en el estado de Chihuahua hay muchas fallas tectónicas, algunas que datan de millones de años, otras de hace unos 15 mil años y otras placas más recientes cercanas a Janos y Ascensión que aunque están en Sonora afectan a Chihuahua.
Descartó que estos sismos estén relacionados con alguna actividad volcánica o a consecuencia de las lluvias, simplemente son fallas extensionales.