La disputa que “renació” en la zona occidente del estado, específicamente en el municipio de Cuauhtémoc, ha generado un repunte de homicidios que “rompió” con la racha de cero asesinatos en semanas pasadas, esto tras la llegada de un grupo denominado Nuevo Cártel de Juárez, que busca asentarse en esa zona tras obtener el dominio de gran parte del municipio de Bocoyna.
A la fecha, las corporaciones de seguridad contabilizan por lo menos mil 65 asesinatos de 2010 al 2022, y a pesar de que el mes de febrero no tuvo un solo homicidio, la estadística se ha comenzado a incrementar con asesinatos, secuestros y otros delitos de alto impacto que se han detonado por la presencia de otro grupo armado.
Según los datos recuperados por agentes de la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, sería el Cártel de Juárez el que está motivando los crímenes de los últimos días en esa región del estado, ya que avanzaron de San Juanito a Guerrero y La Junta en un par de años.
Uno de los principales operadores de este grupo criminal es César Daniel M.A. “el H2”, uno de los líderes máximos en esa organización, de acuerdo con la estructura criminal que han formado las áreas de inteligencia y quien además en repetidas ocasiones se ha colocado como uno de los objetivos prioritarios para las autoridades estatales.
La familia, conocida como “Los H”, es un grupo de hermanos y primos que radican en el municipio de Bocoyna y a pesar de tener su centro de mando en Chihuahua, tiene gran zona de operación en Sonora, debido a la alianza que formaron con la organización de Los Bournes durante 2019, según datos de la propia Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
En julio de 2021 fue detenido Juan Homero M.A., “el H7”, en el municipio de Guerrero, cercano al municipio de Cuauhtémoc, por haber participado en el homicidio de cuatro agentes estatales, durante 2018, cuando fueron emboscados por varios pistoleros que dirigía el ahora detenido.
De igual forma, la Fiscalía General del Estado, en la gestión de la gobernadora María Eugenia Campos Galván, logró capturar a varios integrantes de un grupo criminal llamado Gente Nueva del Tigre, entre los cuales se encuentran dos principales operadores del grupo, identificados como Jesús Omar C.G. “la Changa” y Víctor Hugo V. “el Chilango”.
En la misma información que difundió Fiscalía General en 2021, se desprende que el principal operador de ese grupo es Esgar G. S. “el 11” o “el Tigre Blanco”, quien sigue en libertad y también controlando el grupo denominado como Gente Nueva del Tigre, que tiene su centro de operaciones en Carichí, cerca de Cuauhtémoc.
La disputa por el municipio de Cuauhtémoc data de hace más de cinco años, cuando se dio uno de los enfrentamientos más violentos en el estado, que dejó sin vida al hermano de “el 11”, Raúl G.S. “el Cabo”, quienes en ese momento eran integrantes de la organización del Cártel de Juárez, pero comenzaron a distanciarse de la organización, razón por la cual generó un enfrentamiento con Arturo Q. Q. “el 80” (actualmente detenido).
“El Cabo”, dentro de los archivos periodísticos, se afirma que entró en conflictos con La Línea y empezó a manejarse como un grupo independiente de los cárteles ordinarios, pero “el 80” decidió terminar con su vida en uno de los enfrentamientos más agresivos en 2017.
A raíz del enfrentamiento armado, la Fiscalía General del Estado detectó que los hermanos Gamboa decidieron seguir su agrupación independiente, hasta que encontraron una alianza con Gente Nueva que dirige la familia Salazar, quien le brindó protección y financiamiento para armar el grupo a que apodaron Gente Nueva del Tigre.
Los enfrentamientos armados que se han registrado en esa zona han dejado por lo menos entre 100 y 150 asesinatos al año, teniendo un promedio de entre 3 a 10 personas sin vida al mes, teniendo una serie de picos que se generan en masacres, secuestros y desapariciones de personas que hasta la fecha no han podido ser localizadas.
Además de que existen cientos de personas asesinadas, muchos de los hechos delictivos se cometen en Cuauhtémoc, pero los cuerpos son abandonados en algunos otros poblados como Carichí, La Junta, Guerrero, entre otros puntos, por lo que no son contabilizados como asesinatos dentro de dicho municipio.
