El vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua, Pbro. Gustavo Sánchez Prieto, pidió una disculpa pública o el abandono del puesto público de Emma Saldaña Lobera, directora del Instituto Chihuahuense de las Mujeres por las publicaciones en redes sociales de la dependencia gubernamental de la serie Catolicadas, en las que se cuestiona a la Iglesia y a sus clérigos en asuntos de intolerancia sexual, intromisión en la política, derecho al aborto, entre otros temas.
El padre Sánchez Prieto calificó la publicación como ofensiva para la Iglesia del grupo que según dijo, impropiamente y de manera abusiva se autodenomina "Católicas por el Derecho a Decidir".
“Quiero pensar fue malamente introducida en la página del Ichmujeres. Quiero pensar que la mencionada publicación no fue autorizada personalmente por la directora, siendo ofensiva y mentirosa contra la Iglesia y el sentir de los católicos y el actuar de los ministros”, expresó.
Refirió que él mismo en nombre del arzobispo y de la Arquidiócesis, ha denunciado todos aquellos ataques en contra de la vida y dignidad de las personas, refiriéndose a nonatos, niños, jóvenes, adultos o ancianos. De todas las condiciones sociales y preferencias sexuales, desde heterosexuales, homosexuales o trans.
“Más allá de la situación concreta en que se encuentre la persona, merece nuestro respeto, toda vida humana es sagrada. Si la directora del Ichmujeres ignora la publicación o aprobó sin saber de qué se trata, me parece una grave irresponsabilidad (recuerda al que firmó sin saber que firmaba). Sabiéndolo, lo menos que puede hacer es presentar una disculpa pública.
“Si la publicación fue autorizada personalmente por ella, con la buena intención de una Iglesia y sacerdotes más proféticos, agradecemos la buena intención, pero la fuente de la que se vale es tendenciosa; sería mejor publicar el mensaje del papa a los sacerdotes en su visita a Chile o promover oración por la Iglesia y los sacerdotes; pero creo que no le corresponde al Ichmujeres de este tipo”.
“Si la publicación fue con mala intención, lo menos que puede hacer la directora es abandonar el puesto público y emprender desde otra trinchera su lucha reformadora”, sentenció.
Para finalizar, mencionó que resulta extraño que a otro servidor público lo acusan por expresiones fuertes, mientras que otras parece que pueden decirse sin mayor consecuencia. “Nos falta camino que andar en el respeto de unos a otros y en una verdadera madurez democrática”, concluyó.