Mario Mata Carrasco, director ejecutivo de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), alertó que la implementación del modelo matemático aprobado por la mayoría de los vocales del Consejo de Cuenca del Río Bravo representaría la muerte del Distrito de Riego 005, pues con el desfogue de las presas no quedaría agua para la agricultura en esta región.
En entrevista, Mata Carrasco explicó que el Consejo de Cuenca, el cual es ciudadano y auxiliar, busca que se abran las presas del estado de Chihuahua con el argumento de contribuir al cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas de 1944.
Calificó lo anterior como una aberración, pues recordó que el agua de las presas Luis L. León, Francisco I. Madero y La Boquilla están concesionadas para el uso agrícola. En este caso, los concesionarios son los distritos de riego 090 de Ojinaga, 005 de Delicias y 113 de Camargo.
El director ejecutivo de la JCAS señaló que se generó una confusión, la cual se intentó aprovechar por parte de algunos actores políticos chihuahuenses, quienes dijeron que tanto él como Salvador Alcántar Ortega, diputado federal por el V Distrito, buscaban sacar “raja” política del asunto.
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“Bueno, pues hoy ya tenemos abiertamente qué quieren hacer; quieren que se valide un modelo matemático, un modelo matemático totalmente sesgado que en su principio sí incluía todas las presas de la cuenca, los ríos de la cuenca, los afluentes… ahora se ha reducido únicamente a modelar las presas de Chihuahua y exigir que se abran para abonar al tratado, lo cual es violatorio al tratado y violatorio a los derechos ya creados”, denunció.
Mario Mata dijo atesorar un punto de acuerdo, que data del año 2020, por el cual solicitó que el Gobierno Federal aclarara si las presas de Chihuahua podían abrirse para cumplir con el tratado. La respuesta fue clara: las presas no se pueden abrir, pues las aguas pertenecen a la nación.
Señaló que la otra aberración es que los tamaulipecos porfiaban en decir que las aguas del estado de Chihuahua son internacionales, lo cual se desmiente claramente en el tratado de 1944, donde dice que el recurso hídrico le pertenece a México. Igualmente, refiere que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) podrá, en coordinación con la Comisión Nacional del Agua, construir cuerpos de agua internacionales en el territorio tanto de México como de los Estados Unidos.
Además, explicó que en años pasados los distritos de riego 025 y 026 de Tamaulipas se alimentaban de las aguas de los ríos San Juan y Bravo, pero las ciudades fronterizas están consumiendo demasiado líquido sin tener asignación o concesión. Por este motivo, los agricultores y políticos tamaulipecos exigen a Chihuahua cumplir con el tratado abriendo las presas, para acceder a los dos tercios del agua. Sin embargo, el tratado no menciona que haya obligaciones para los estados de la república.
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Mata Carrasco alertó que, de volverse un reglamento el modelo matemático votado el viernes pasado por la mayoría de los vocales del consejo de cuenca, representaría la muerte del sistema productivo agropecuario de la región centro sur de Chihuahua.
Ante esto, anticipó que los productores agrícolas y las autoridades chihuahuenses emprenderán la batalla legal para evitar el despojo, mencionando que la gobernadora María Eugenia Campos Galván está al tanto de lo que ocurre.
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