Manuel Martínez, secretario del DIGAL, señaló que el reto al cual se enfrenta el sector lechero es el de buscar una mayor eficiencia, tema abordado desde hace tiempo en las distintas ediciones del evento y que adquiera mayor relevancia en la medida que suben los costos de producción.
El entrevistado advirtió que el productor que no sea eficiente, productivo y no busque mejorar, tenderá a desaparecer. Por esto, recomendó que en un ambiente muy propositivo de hacer las cosas mejor, es tiempo para los ganaderos de acercarse al vecino e ir a ver qué está haciendo bien.
Dijo que hay productores que son buenos en su trabajo, pero recalcó que siempre habrá algo en lo cual puedan mejorar.
Para alcanzar la eficiencia lo primordial –dijo- es la capacitación, motivo por el cual se creó el DIGAL hace 21 años. Este evento, que arranca el 19 de septiembre, busca dar a conocer los avances de la industria lechera y nuevos métodos en manejo de forraje, dietas, genética y controles de calidad.
Todo lo anterior –señaló- contribuye a producir leche de mejor calidad para el consumo humano, reiterando que la preparación del ganadero es la base para alcanzar la eficiencia.
Mencionó asimismo que algunos establos lecheros han desaparecido, pero otros han iniciado actividades, por lo cual todo depende del manejo y administración de estas explotaciones, como en todos los negocios.
No obstante las dificultades que enfrenta el sector lechero, opinó que existe una buena oportunidad para crecer. El precio del lácteo –dijo- es aceptable al menos por el momento, porque es muy volátil y el día de mañana puede bajar.
En contraste, el costo de los insumos no baja y es cuando el productor se ve muy afectado, sobre todo cuando el precio del litro de leche disminuye o se mantiene estancado.
Respecto a las expectativas que se tienen del nuevo gobierno, Martínez manifestó que la esperanza de los ganaderos es la implementación de una política en la cual se impulse al sector agropecuario en conjunto y no sólo a algunas de las actividades del campo.