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Empleadas de casetas estatales denunciaron hostigamiento laboral por parte de superiores jerárquicos quienes ejercen conductas que violentan sus derechos humanos como lo son la prohibición del uso del celular, comer o incluso ir al sanitario.
Las jornadas laborales son de 12 horas para las mujeres, a quienes se les limita o sanciona fuertemente para “enderezar la caseta”.
“Nosotros verdaderamente estamos viviendo un infierno que soportamos porque no tenemos otra fuente de trabajo”, mencionaron las denunciantes.
Externaron que los jefes impuestos hace unos meses pretenden agilizar la operación de la caseta a base del rigor y del látigo, pero esto termina siendo una violación a las garantías de las trabajadoras.
Quienes laboran en las casetas estatales están expuestas a largas jornadas, calor, frío y viento por un sueldo quincenal que no llega a los 4 mil pesos.
Las empleadas comisionadas en la caseta de Sacramento indicaron que en los próximos días estarán acudiendo a las oficinas de Derechos Humanos para interponer su denuncia en contra de los superiores, pero temen que haya represalias.
En el complejo de Sacramento laboran 16 cajeras y 8 intendentes quienes expresan que sienten mucha indignación porque los superiores señalados como Guadalupe Chavira, Guadalupe Benítez y el señor de apellido Picón tienen conductas denigrantes.
“No somos animales para que nos traten así, se burlan y nos humillan”, ellos están ejerciendo un reinado, una dictadura, externaron representantes de la caseta que acudieron a esta redacción.
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