Los edificios abandonados y en riesgo de colapso pueden tener tres usos nocivos: como basureros clandestinos; picaderos para consumo de sustancias ilícitas; o como bodegas de atracadores que roban viviendas o vehículos, y dejan en ellos los artículos robados, en tanto se dedican a robar en otros sitios, según han denunciado personas que frecuentan el Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua, quienes han sido víctimas de algún robo, o conocen a alguien que lo haya sido.
Tras años de abandono, descuido y falta de mantenimiento, hay edificaciones localizadas en el Barrio Mágico de Chihuahua capital que presentan muros dañados y techumbres derrumbadas que acumulan escombros y basura en su interior, y en algunos casos, son utilizadas de ‘guardadero’ de mercancías robadas en la zona.
Por parte del Observatorio Ciudadano de FICOSEC, al inicio de este año 2024, informó que la colonia que acumuló un mayor número de reportes de robo a vivienda fue la Obrera durante 2023, que es parte del centro histórico de la ciudad de Chihuahua en su franja sur, donde se registraron 21 delitos a casas habitación de este sector.
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Asimismo, las afectaciones a vehículos por robo tiene un registro mayor en la zona Centro, donde se denunciaron 30 eventos, mientras que la segunda fue la colonia Obrera, con 18 casos, donde también se presenta la problemática de robo a vivienda y se detectaron algunas fincas abandonadas en riesgo de colapso.
En el tema de robo a negocio, la zona Centro y la colonia Obrera también se encuentran en los primeros lugares, ya que el Centro se colocó en la segunda colonia con más robo a local comercial durante 2023, con 20 atracos, mientras que la colonia Obrera presentó 16 robos. En este rubro, el primer lugar lo ocupa Villa Juárez, con 21.
En un recorrido por la zona, se encontró la edificación de la avenida Aldama y calle 25, que se divide en lo que eran tres locales comerciales, de oriente a poniente, sobre la puerta, el primero tiene un rótulo de reparación y venta de algún artículo, que fue borrado por el paso del tiempo; luego, hay otro local, en cuyo muro exterior fue pintado una publicidad de una empresa expendedora de gas LP, pero que en la parte superior se alcanza a leer la palabra "Vidrios", por lo que probablemente era una vidriera; y finalmente, después de un tramo en el que cayó el muro exterior y se aprecia el derrumbe del techo, todavía se conserva un rótulo de imprenta, en el que la puerta metálica ha sido tapiada con bloques de concreto desde el interior.
El abandono en las construcciones es notable, y la acumulación de las vigas del techo derrumbado y la basura que están en el interior, es observable desde la banqueta de la avenida Aldama.
En un punto hacia el suroeste de esta ubicación, en la calle Ramírez y Décima, se encuentra una vivienda derrubada, con construcción de adobe, en la que se aprecia que estaba pintada de color blanco y tenía aplicaciones de ladrillo rojo sobre ventanas y puerta, que le daban un marco decorativo. En el lugar, revuelto entre el escombro, todavía se puede observar la cinta amarilla de precaución, y al fondo, las láminas metálicas que cayeron del techo, cuando ocurrió el derrumbe. Es de destacar que los vecinos del área se quejan porque el escombro permanece sobre la banqueta, lo que representa un obstáculo y riesgo a la seguridad de las personas que intentan pasar el tramo caminando, y se ven obligadas a hacerlo por la calle.
En la calle Cuarta y Allende, de la colonia Centro, se puede observar que gracias a la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en Chihuahua, y a las labores del Gobierno Municipal de Chihuahua, se logró construir un muro de adobes de cemento sobre el costado oriente, que da a la calle Cuarta, lo que redujo el riesgo de colapso. A través de la venta que se encuentra en la esquina del cruce antes mencionado, también se puede ver tapiada con bloques de cemento. Desde el exterior, aún se alcanza a observar unas vigas que quedaron pendientes de la estructura que era el techo, y el pedazo de una lámina que continúa unida a la pared.
Para finalizar, se reportó una vivienda en la calle Allende, a unos metros de la avenida Melchor Ocampo, que presenta daños en el muro exterior, pérdida de enjarre que deja los adobes del muro desnudos, y que da una apariencia frágil a la finca, por lo que se teme que con la llegada de alguna lluvia, pueda sufrir daño en su estructura.