Cd. Cuauhtémoc, Chih.- El médico cubano Meikel Almenares afirmó que en nuestro país el Gobierno ha manejado la pandemia políticamente, por lo que alertó a la población para no dejar de utilizar el cubrebocas y acepte la peligrosidad que representa el virus. Recomendó vacunarse en cuanto sea posible y lamentó que algunos promuevan rechazar el biológico, pues le ha tocado escucharlo personalmente.
Almenares se convirtió en doctor gracias a los estudios universitarios que le costeó el Gobierno Cubano en aquel país, bajo la tradición de combinar la Medicina con el tratamiento físico, tema que abordó durante una conferencia organizada por la Fundación Alma Aguirre en memoria del joven Adrián López Macinas, quien recientemente perdiera la vida a causa de un tumor cerebral, caso que conmocionó a la sociedad chihuahuense.
Explicó que los profesionales de la Salud se forman en su país por una convicción social y en cada colonia hay un médico y una enfermera que salvaguardan a quienes ahí habitan. Mencionó que en Cuba ya hay cuatro vacunas contra el Covid y hay biológicos para varios tipos de cáncer y padecimientos como diabetes, ejemplificando que allá es raro que se ampute un pie a alguien que sufra esa última enfermedad. “Se inyecta la piel muerta, duele mucho, pero se recupera”.
Dada su formación y conocimiento de cómo opera el sistema de salud en México, sostuvo que el gobierno “ha sobrellevado (la pandemia) apuntando y buscando logros de política, no beneficios del pueblo, de la salud”.
Expuso que en nuestro país el nivel de riesgo por Covid es peligroso y cuando llegue la oportunidad de ponerse la vacuna “hay que hacerlo sin preguntar”, apreciando que “aún hay muchos países que no tienen el privilegio”.
Así como se concientiza en Cuba, dijo que es necesario que cada maestro y doctor convenzan sobre lo que significa la pandemia en el contexto donde viven.
Testificó que recientemente en nuestro estado atendió a un hombre de más de 50 años que se contagió de covid, bajó 50 kilos (pesaba 140), perdió todo su tono muscular, su fuerza y gastó 80 mil pesos en oxígeno. “Lo mandaron a su casa a morirse. En sólo tres semanas con ejercicios, logré que el señor se volviera a insertar en su vida normal”.