Guachochi. – Ante la crisis alimentaria que padecen cientos de familias de la región serrana por la sequía que afectó la cosecha de alimentos en dicha región, la Asociación Cáritas de Chihuahua I.B.P (Institución de Beneficencia Privada) hizo entrega de la cuarta fase de 10 toneladas de alimento y abrigo a habitantes de por lo menos cinco comunidades de los municipios de Bocoyna y Guachochi.
Lo anterior como parte de la campaña de recolección de apoyo denominada: “Chihuahua Comparte”, en la que se suman diversas organizaciones de la sociedad civil en busca de acopiar lo indispensable para mitigar las necesidades de familias tanto en zona urbana de la capital del estado como de la región serrana.
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En esta ocasión, Cáritas hizo entrega de 10 toneladas de alimentos y suéteres a pobladores de las comunidades de Pitorreal, San Elías, Otero y Narárare, en el municipio de Bocoyna, esto en presencia de representantes de la Mesa de Seguridad Alimentaria que conforman asociaciones civiles del estado, como del Club Rotario San Felipe en Chihuahua, quienes aportaron una cantidad importante de frijol.
Pese al pronóstico de bajas temperaturas e incluso de presencia de aguanieve en la región serrana, el clima fue bondadoso para que los involucrados, encabezados por el director del Banco de alimentos, perteneciente a Cáritas, Adrián Aguirre Reyna, llevaran a cabo el evento de entrega de apoyos sin ningún contratiempo.
Para ello se contó con el apoyo del párroco de Creel, Joel Cruz, quien estuvo pendiente de la logística para que cada familia recibiera el beneficio correspondiente, además de ser el interlocutor entre los representantes de las organizaciones civiles y los pobladores de pueblos originarios, que a su vez agradecieron por medio de sus gobernadores la entrega de alimentos.
En el segundo día de actividades, la comitiva altruista se trasladó a Lomas del Manzano, en el municipio de Guachochi, donde al igual que en Bocoyna, hubo la participación del párroco, Francisco Moriel Herrera, quien destacó la importancia de la contribución de la sociedad para evitar situaciones complicadas en comunidades serranas.
Dijo que las condiciones por la falta de alimento pueden llegar a complicarse y tener casos de hambruna durante los meses de primavera-verano, por la grave escasez de alimentos por la sequía.
Si bien la entrega se hizo de manera simbólica en las comunidades antes señaladas, durante las siguientes semanas habrá de llegar el apoyo a comunidades de Aguazarca, Tonachi y Santa Anita, en Guachochi.
En este último se registró un importante desplazamiento de familias tras hechos violentos en el mes de junio del presente año en los que sujetos armados balearon la iglesia del lugar, sin embargo, tras los últimos meses familias han decidido regresar a su terruño, atravesando por situaciones difíciles que los hace requerir de ayuda urgente.
La distribución de estos esfuerzos se dividirá en dos partes, el 60 por ciento de los apoyos serán destinados a familias que viven en la capital de Chihuahua, mientras que el 40 por ciento irá dirigido a comunidades de la zona serrana.
Durante la entrega, Adrián Aguirre destacó el compromiso de continuar con la implementación de estrategias que deriven en el bienestar de las familias que se encuentran en condición de pobreza alimentaria, para lo cual se estableció la meta de juntar mil toneladas de alimento, reconociendo la participación de medios de comunicación como El Heraldo de Chihuahua en el acopio de alimentos y abrigo.
A raíz de las carencias en la sierra chihuahuense, la Mesa de Seguridad Alimentaria que integra diversos organismos civiles, empresariales y eclesiásticos, continúa con las acciones para el acopio de alimentos y abrigo para las familias rarámuri, destacando entre las acciones el intercambio de manzana por otro tipo de comestibles por parte de la empresa Grupo La Norteñita, así como la integración de apoyos en especie y efectivo por parte de cadenas comerciales que llegan a Cáritas.
Con ello se busca aumentar la cantidad de alimentos que permitan extender el periodo para que los pueblos originarios cuenten con lo esencial hasta garantizar su alimento a través de un buen ciclo agrícola que se espera el año entrante.
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