Algo muy preocupante de que las violaciones sexuales en niños, niñas y adolescentes (NNA), sean llevadas acabo por familiares directos o agregados es una muestra de que las violencias están instaladas en las dinámicas de las familias y círculos tan íntimos que son los que deberían proteger a los infantes y adolescentes y que es donde ocurre la agresión.
En un trabajo de cinco años que ha registrado Casa Amiga se tiene un registro de violaciones hacia NNA, de un 22.73 por ciento por parte del padrastro.
Luego le sigue el padre con 14.94 por ciento; tíos 11.04 por ciento; conocidos 7.79 por ciento; amigos 7.14 por ciento; desconocido 5.84 por ciento; hermanos 5.19 por ciento.
Abuelo 4.55 por ciento; primos 4.55 por ciento; abuelastro 3.90 por ciento; hermanastro 1.30 por ciento.
Por parte de la madre se detectó un 2.60 por ciento y violaciones sexuales por ambos progenitores 0.65 por ciento.
Cuando un NNA es confirmado que ha sufrido violación o abuso sexual, Casa Amiga se encarga de hacer todo el seguimiento del proceso del jurídico desde la denuncia hasta la conclusión del mismo.
Uno de los datos de la estadística que mostró Casa Amiga, es que la incurrencia se da por parte de los hombres en el interior de la familia.
“Hay un contexto de violencia de genero muy instalada en nuestra cultura que hay que señalar, sin embargo, no podemos juzgar a la mujer de no proteger a sus hijos, lo bueno de esto es que las violaciones y los abusos sí se pueden prevenir”, comentó Lydia Cordero, directora de Casa Amiga.
Esta violencia hacia los NNA se puede prevenir, desde la experiencia con la que cuenta Casa Amiga, la primera seria revertir la cultura patriarcal, en la que se debe trabajar desde lo educativo, instancias y todo el sector social, pero una manera inmediata es con educación sexual.
“Tenemos que enseñar a los NNA que hay partes en su cuerpo que son privadas e íntimas y nade puede tocar, sin ver la educación sexual como pecaminosa, porque hay etapas importantes en el desarrollo sexual de NNA, que les va permitir identificar caricias agradables o desagradables y conocer el sentido de que algo no está bien”, agregó.
Cordero comentó, que hay niños y niñas que no sabe lo que les está ocurriendo e incluso pueden vivirlo por mucho tiempo y normalizan el abuso y violencia.
Otro factor que viven los niños es el Secreto, ya que se les intimida, se les condiciona, hay amenazas, por eso es importante enseñar a los niños a referir cuando les piden que guarden lo que les sucede.
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“La mayoría de este tipo de agresiones no se llevan a cabo con violencia física, se hace una intimidación en el que convencen al que el niño acceda sin que se dé cuenta, incluso llegan a hacerlos participar en las conductas como tipo de juego”, indicó la directora.
Recomendó que la edad correcta en la que se debe empezar con la educación sexual, es cuando el niño tiene conocimiento de las partes del cuerpo.
“Desde que conocen su cuerpo, hay que enseñarles también sus partes íntimas, nombrarlas con su nombre, pene, vagina e ir aleccionando a que deben protegerse, sin intimidarlos, decirles que se cuidan mucho más y por eso se tapan, no porque son feas o sucias”.
En caso de emergencia llamar 656-6908300 o bien visitar la página de Facebook Casa Amiga y ahí encontrarán un enlace directo a WhatsApp que les responde a cualquier hora.
