Despedirán a 81 trabajadores de la minera Frisco debido al cierre de la mina Granadeña, los afectados son oriundos de dicho municipio, Santa Bárbara y Parral. Según externó el representante sindical del gremio, la empresa indicó que la mina ya no pagaba y de ahí resultó la solicitud para recortar el personal.
Aunado a la anterior al menos tres comercios locales externaron que la minera es un sustento clave para el pueblo, y si se pierden los empleos, se pierde la derrama económica afectando consecuentemente a más locatarios.
Fue desde el pasado lunes que los rumores por el cierre de una mina ubicada en San Francisco del Oro empezaron a correr, fue entonces que se pudo corroborar ciertamente se va a liquidar a personal no esencial de dicha área, expresó el representante sindical.
Serán exactamente 81 personas quienes van a ser finiquitadas de entre las cuales 10 de ellos superan los 60 años de edad, 30 pertenecían a nuevo ingreso, mientras que el resto se encuentra en el rango promedio de edad 30 a 40.
El representante sindical Raúl Valenzuela indicó que hacía tiempo que la empresa, en este caso Frisco, no estaba recibiendo ningún pago por parte de la minera, lo cual llevó a que se tomara la decisión de despedir a 81 agremiados.
Explicó que ellos como sección buscan se liquide al trabajador con un pago superior a como lo marca la ley. La cual dictamina que se pagan 90 días en una sola exhibición, y 12 días por año de antigüedad. “La empresa sólo pagaría lo que marca la ley si nosotros no nos involucramos y negociamos”.
Por otro lado, la derrama económica que se percibía en el municipio se verá afectada, aunque quienes van a ser despedidos no residan todos ellos en San Francisco del Oro, el circulante será menos debido a que indirectamente también los comercios locales se beneficiaban.
Tal es el caso de Érika Gómez, quien tiene una tienda de abarrotes y misceláneas, manifestó que diariamente llegan trabajadores de este rubro a comprar golosinas, frituras y/o gaseosas, lógicamente entre más despidos haya menos gente acude para comprar, ocasionando que caiga su sustento económico.
“A todos nos afecta que haya menos trabajadores y por consecuencia menos empleos en el pueblo”, señaló Rubén Sánchez, puesto que él depende de un pequeño negocio de abarrotes, y si no acuden mineros a comprar no hay ganancias para subsistir, finalizó.
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