Después de una visita y conocer los sentimientos de migrantes, donde se percató de las precarias condiciones en que se encuentran, presentó un exhorto ante Congreso del Estado, llamando a los tres niveles de gobierno a implementar un programa de manera urgente que brinde atención digna y de calidad a las familias.
Los campamentos se encuentran en condiciones denigrantes y no representan seguridad social para los partícipes, al carecer de condiciones de higiene, agua, falta de contenedores de basura, las lluvias crean lodazales donde se instalan las casas de campaña, causando que no puedan siquiera concebir unas horas de sueño, elementales para la vida, y o siendo suficiente, comentó Omar Bazán
“El personal administrativo no les permite accesar a la plancha de cemento para evitar que duerman entre el lodo, cosa completamente inhumana”.
Es imperante –dijo- el actuar del Ejecutivo en implementar un programa o plan emergente ante la situación que están viviendo los Migrantes en nuestro Estado, según información dada a conocer por un periódico de circulación estatal, la gran mayoría de las familias han salido de sus lugares de origen debido a la presencia de los cárteles del narcotráfico, la delincuencia y la inseguridad como principales motivos por los que nueve de cada 10 migrantes mexicanos salieron de sus lugares de origen “por lo que debido al miedo, hechos violentos o amenazas de las que han sido víctimas, regresar a sus lugares de origen no es una opción para ellos”
Lamentablemente la inacción e indolencia con que actúan nuestras autoridades es que se hace necesario se haga un llamado de atención, para que implementen programas especiales y pongan atención a lo que ocurre en la frontera, señaló el diputado priistas.
Los compromisos internacionales que México asumió nos comprometen a cumplir con los estándares internacionales sobre los refugiados a través de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, la protección de solicitantes de la condición de refugiado y refugiados, la Declaración y el Plan de Acción de Brasil de 2014, la Declaración de San José de julio de 2016.
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