“Hay una denuncia de 14 mil millones de pies de madera que han sacado del territorio de la comunidad de Cumbre del Durazno, de los cuales no les han pagado nada a sus dueños originarios, que son los tarahumaras”, denunció Arely Contreras, defensora de la comunidad indígena en el Ejido de Pino Gordo, municipio de Guadalupe y Calvo.
De igual manera mencionó que los habitantes de Cumbre del Durazno sufren de robo de ganado, amenazas y golpes por grupos de otras comunidades que los someten.
“Han tratado de arreglar las cosas por las buenas, porque son pacíficos y han hecho lo correcto que ha sido poner las denuncias, pero no se les ha dado seguimiento. Y precisamente creo que no son parte de la población mexicana, porque no están ni siquiera en los censos. No tenía ciudadanía, están en territorio mexicano desde hace más de 500 años y ahora resulta que no son parte de la población”, agregó.
Para finalizar, elogió los esfuerzos que han emprendido por parte del Gobierno Estatal y del Municipio de Guadalupe y Calvo para atender a la población que padece de enfermedades en la piel, además de desnutrición por hambre.
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