Desde antes del 25 de diciembre de 2017, el bebé, que llevaría el nombre de Emmanuel Ricardo, tenía que haber nacido, sin embargo al acudir a las revisiones en ginecología del IMSS, postergaron el parto hasta el miércoles 10 de enero, pero el bebé ya no contaba con signos vitales.
Hace nueve meses, Vanessa Rodríguez se enteró que estaba embarazada y de inmediato acudió a su clínica correspondiente en Nombre de Dios para comenzar con las revisiones. Según la sonografía, con base en el tamaño y peso del bebé, debía de nacer para el 22 de diciembre de 2017. Llegado el último mes fue canalizada al Hospital de Ginecología del IMSS, donde tendría que ir periódicamente a revisiones.
Durante los dos últimos meses acudía Vanessa acompañada de su esposo Ricardo Fernández cada semana, pero al llegar el 22 de diciembre, la doctora Bertina Armida García Rivas solicitó a la joven acudir cada tercer día a revisión porque el bebé podría nacer de un día a otro y pusieron como nueva fecha de parto el 28 de diciembre.
Se llegó la nueva fecha de parto y aún no había dilatación y nuevamente le pidieron que acudiera el sábado 30 a revisión. La médica les informó a los padres que no iba a pasar del fin de semana porque ya traía un centímetro de dilatación y tal vez nacería para el primero de enero.
Al llegar el 1 de enero y no haber labor de parto, de nueva cuenta acudieron a Ginecología para que revisaran a la paciente el día 2, pero nuevamente los regresaron a su casa y solicitaron que volvieran dentro de tres días.
Finalmente el sábado 6, la doctora Bertina Armida García Rivas les pidió que regresaran el lunes 8 de enero para inducirle el parto. Puntualmente llegaron el día solicitado, pero en esa ocasión los atendió la doctora Aidé Guadalupe Hernández Meza, quien como la otra médica, revisó a la paciente, le informó que todo estaba bien y le pidió que volviera hasta el miércoles 10 de enero para, ahora sí, inducirle al parto.
Ayer a temprana hora, luego de desayunar, acudieron a Ginecología, explica el padre del pequeño. En el camino se notaba que el bebé se movía, incluso su madre le decía que pronto iba a estar con ellos.
Vanessa Rodríguez entró a la sala de parto y después de media hora le llamaron a su esposo que se encontraba en la sala de espera. La doctora Bertina le dijo que tenía que informarle algo, entró al lugar donde tenían a su esposa. Ahí les dijeron que el bebé ya no contaba con signos vitales, además que podía donar el cuerpo de su hijo para investigarlo o ir viendo en cuál funeraria le iban a prestar el servicio y luego le pidieron que saliera de la sala.
El padre del pequeño solicitó hablar con el director del hospital, el doctor Roque Torres Macías, pero fue atendido por la subdirectora, quien le dijo que no sabía qué había pasado, porque aparentemente todo estaba bien. Ricardo Fernández le exigió que le diera una explicación, porque su bebé se venía moviendo en todo el camino, a lo cual la subdirectora solamente le contestó que pudo haberse confundido con el movimiento de los intestinos.
Ante la respuesta, Ricardo les dijo que no era padre primerizo y sabía diferenciar un movimiento del intestino con el golpe de un bebé en el vientre, porque incluso en la panza de su esposa se notaban los movimientos del pequeño.
Los padres del pequeño Emmanuel Ricardo manifiestan que es una evidente negligencia médica por parte del personal médico porque fueron postergando su nacimiento desde una semana antes de Navidad e incluso el lunes 8 de enero debieron inducir al parto, pero no fue así.
Finalmente a Vanessa le practicaron una cesárea, luego de permanecer seis horas con el cuerpo del bebé en su vientre porque su cuerpo no pudo expulsar al pequeño Emmanuel Ricardo.
Ante la situación, piden que se castigue a los responsables, porque ellos puntualmente acudían a las revisiones casi a diario y siempre los regresaban.
