Familiares de los hermanos Manuel y Mario, a quien la Fiscalía General de la República (FGR), acusa de ser los responsables de la masacre contra familiares de LeBarón, acusan de que son “chivos expiatorios” para presentar resultados a nivel nacional, pues insisten que hasta les sembraron paquetes de droga para llevárselos detenidos.

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“Los agentes llegaron a la casa de Mario, quebraron vidrios y aventaron un paquete de droga, le dijeron que lo tocará a lo que él se negó, después se los llevaron y dejaron solo a mi abuelo en su dormitorio, porque él no se puede mover, está postrado en una cama y ellos se hacían cargo de él”, comentó Estefanía Hernández, quien es hija de Manuel, uno de los detenidos.

Comentó que el día de la masacre en la comunidad de La Mora, Mario a quien acusan de ser el líder de La Línea en Janos, fue a un taller mecánico en Casas Grandes, es decir se encontraba a poco más de 4 horas de distancia cuando un grupo de pistoleros disparaban en contra de las tres camionetas que partieron de Sonora y se dirigían a Galeana en Chihuahua.

Los familiares ya se encuentran concentrando toda la evidencia necesaria para explicar que los detenidos son personas inocentes, pues aseguran que ellos no tienen la capacidad ni el interés para trabajar en grupos del crimen organizado, ya que desde hace dos años se encuentran cuidando de Pilar, padre de los dos detenidos.

Los detenidos fueron asegurados por elementos federales por el delito de portación de droga, sin embargo, el comunicado emitido por la Fiscalía General de la República (FGR), anunció que como parte de los operativos realizados en Janos, se intervinieron algunos domicilio, donde se realizó el aseguramiento de “varias personas”, sin detallar motivos y anunciando que están relacionados con la masacre de la familia LeBarón.

Por su parte el activista y familiar de las víctimas del 4 de noviembre, Julián LeBarón, dijo que no están dispuestos a aceptar “chivos expiatorios” en el caso de la masacre en La Mora, y cuestionó la versión del gobierno federal, explicando que como más de 200 personas se pueden manifestar a favor de un sicario.

Para Manuel y Mario sólo les queda esperar a que las autoridades federales otorguen su libertad, si no logran obtener pruebas contundentes de que ambos participaron en la masacre de La Mora, o de lo contrario quedarán en libertad el 10 de enero o el 1 de marzo, que es el límite que permite la ley para mantenerlos en arraigo.

Los familiares no han podido establecer comunicación con ellos desde el pasado 1 de diciembre, ahora toda la comunicación la tienen con la abogada pública, que le asignaron a las dos personas detenidas, por lo que se sienten desprotegidos y abandonados por parte de las autoridades en Chihuahua, las instituciones o la justicia.

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