Las instalaciones del Jardín de Niños Paula Alegría, presentan deterioro y falta de equipamiento en el área de los techos, además de grafiti, juegos metálicos incompletos, entre otros daños que de acuerdo con la denuncia de los vecinos en la zona del Cerro Grande, se han cometido durante el desalojo del inmueble por la pandemia Covid.
A más de un año en el que los alumnos del preescolar no han asistido a clases presenciales, y el flujo de personas en los edificios ha sido mínimo, vándalos y amantes de lo ajeno han aprovechado para apropiarse y dañar las instalaciones que fueron construidas para brindar la educación inicial a niños de entre tres y cinco años.
Entre los daños, se aprecian falta de equipamiento en los techos de los salones, en los aparatos de aire acondicionado, de los que en un edificio ya no se encuentran dos de los aparatos; y en uno contiguo, a tres de los aires les faltan las tapaderas.
“A cada rato se meten a robar, desde ahora con la pandemia”, informó una de las vecinas que ha seguido los daños del kínder, y compartió sobre la frecuencia de los hechos delictivos.
Y acotó, que la puerta principal se encuentra vandalizada, con pintas de grafiti, las canchas están sin atención, y en el área de juegos metálicos, hay columpios a los cuales les robaron la cadena y el asiento, dejando únicamente la estructura tubular.
De acuerdo con la opinión de los lugareños, esperan que los edificios se rehabiliten antes de que los niños vuelvan a clases, porque con el desfase de los aprendizajes esperados entre la modalidad en línea y presencial, también será difícil acudir a aulas vandalizadas, y complicar aún más el regreso a la normalidad educativa.