/ sábado 16 de noviembre de 2019

El futuro de nuestro país

Interesante, muy interesante, lo que encontramos en un video de Yuri Bezmenov; un desertor de la Unión Soviética y ex agente de la KGB. En varias de sus conferencias y entrevistas predijo, allá en los años 1983 y 1984 en Estados Unidos, varias de las maniobras y tácticas políticas de la izquierda de corte revolucionario, que estamos presenciando hoy en día.

Los discursos de este hombre resultaron proféticos. Es de llamar la atención, por otra parte, que el tono de sus exposiciones es sereno y con cierto buen humor, nada dado al dramatismo con el que suelen presentarse muchos de los asustados que nos avisan de los sufrimientos espantosos que se nos vendrán encima si no tomamos decisiones drásticas en temas políticos. Pero, aún dentro de su serena postura, nos informa sobre una serie de estrategias, muy bien planeadas desde hace décadas, en el afán de la antigua URSS, para infiltrar sus ideologías en los cinco continentes.

Todos ambicionamos vivir en paz disfrutando todas las comodidades posibles, y pagando el mínimo de impuestos. Queremos gobiernos que respeten nuestra independencia laboral y familiar; esperamos servicios públicos eficientes y acordes con las nuevas tecnologías; no aceptamos la idea de una existencia marcada por privaciones; queremos vivir como los ricos haciendo lo que siempre hemos hecho; exigimos gobernantes y funcionarios públicos honestos y bien preparados, comprometidos no con sus partidos o sus beneficios personales, sino con el auténtico bien común de todos los ciudadanos; reclamamos un sistema de justicia que realmente lo sea; ambicionamos llenar los tanques de gasolina de nuestros vehículos pagando sólo 20 pesos —pues al fin y al cabo el petróleo es de todos los mexicanos—; queremos un sistema educativo de primer mundo con profesores bien preparados que no sean manipulados por los sindicatos al servicio de intereses políticos; pero todo ello sin que tengamos que salir de nuestra muy personal y sagrada zona de confort para ir a dar la cara y trabajar bien comprometidos con nuestra sociedad.

Lástima, las varitas mágicas sólo existen en los cuentos de hadas y las películas de Harry Potter.

www.padrealejandro.org

Interesante, muy interesante, lo que encontramos en un video de Yuri Bezmenov; un desertor de la Unión Soviética y ex agente de la KGB. En varias de sus conferencias y entrevistas predijo, allá en los años 1983 y 1984 en Estados Unidos, varias de las maniobras y tácticas políticas de la izquierda de corte revolucionario, que estamos presenciando hoy en día.

Los discursos de este hombre resultaron proféticos. Es de llamar la atención, por otra parte, que el tono de sus exposiciones es sereno y con cierto buen humor, nada dado al dramatismo con el que suelen presentarse muchos de los asustados que nos avisan de los sufrimientos espantosos que se nos vendrán encima si no tomamos decisiones drásticas en temas políticos. Pero, aún dentro de su serena postura, nos informa sobre una serie de estrategias, muy bien planeadas desde hace décadas, en el afán de la antigua URSS, para infiltrar sus ideologías en los cinco continentes.

Todos ambicionamos vivir en paz disfrutando todas las comodidades posibles, y pagando el mínimo de impuestos. Queremos gobiernos que respeten nuestra independencia laboral y familiar; esperamos servicios públicos eficientes y acordes con las nuevas tecnologías; no aceptamos la idea de una existencia marcada por privaciones; queremos vivir como los ricos haciendo lo que siempre hemos hecho; exigimos gobernantes y funcionarios públicos honestos y bien preparados, comprometidos no con sus partidos o sus beneficios personales, sino con el auténtico bien común de todos los ciudadanos; reclamamos un sistema de justicia que realmente lo sea; ambicionamos llenar los tanques de gasolina de nuestros vehículos pagando sólo 20 pesos —pues al fin y al cabo el petróleo es de todos los mexicanos—; queremos un sistema educativo de primer mundo con profesores bien preparados que no sean manipulados por los sindicatos al servicio de intereses políticos; pero todo ello sin que tengamos que salir de nuestra muy personal y sagrada zona de confort para ir a dar la cara y trabajar bien comprometidos con nuestra sociedad.

Lástima, las varitas mágicas sólo existen en los cuentos de hadas y las películas de Harry Potter.

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