A sólo 15 kilómetros de Creel, se encuentra el cañón de Recowata (también escrito Recohuata), un pequeño paraíso de aguas termales cristalinas.
Las aguas de esta maravilla natural escondida en las barrancas de la Sierra Tarahumara, nace en el manantial Recowata (palabra que significa “voladero” en rarámuri), y tienen una temperatura de 35 grados centígrados todo el año por lo que están disponibles aún en tiempo de frío.
Los manantiales que desembocan en albercas se deslizan a través del áspero terreno entre pinos, álamos y encinos ,flora característica de la Sierra, que ilumina el paisaje e inunda el lugar con su aroma.
Estas aguas, que corren por el arroyo San Ignacio, son aguas termales no son azufrosas por lo que son amigables para la piel y el cabello y pueden ser disfrutadas sin restricciones.
Además, el lugar cuenta con asadores que pueden ser rentados para disfrutar de carne asada al aire libre. Y también hay un restaurante que ofrece platillos típicos de la región.
Para pasar la noche en el lugar, cosa que definitivamente vale la pena, es posible rentar una cabaña o un espacio para acampar si quieres disfrutar del contacto directo con la naturaleza.
Un pequeño paraíso rarámuri
Recowata es parte del Complejo Turístico Arareko, y se trata de un negocio fundado y administrado por los propios rarámuri del ejido San Ignacio, en el municipio serrano de Bocoyna.
De manera que son rarámuri quienes administran el lugar y se encargan de su funcionamiento. Así como de la renta de servicios especiales como paseos en bicicleta de montaña y a caballo.
Antes de planear un viaje a estas aguas termales ten en consideración que se localizan al fondo de la Barranca de Terarecua, por lo que hay que hacer un recorrido de tres kilómetros a pie, que sin duda vale la pena, ya que es un recorrido disfrutable a través paisaje serrano.
