La noche de este jueves (mañana de viernes en Italia) se hizo oficial que el Premio Internacional Carlo Scarpa para el Paisaje 2023-2024, que otorga la Fundación Benetton Estudios de Investigación (Fondazione Benetton Studi Ricerche / FBSR), será para el Espacio Escultórico en el Pedregal de San Ángel, que forma parte del Centro Cultural Universitario de la UNAM.
Este lugar es una de las obras de arte público más importantes de América Latina y forma parte del patrimonio de la Universidad Nacional Autónoma de México ubicado, al sur de Ciudad de México, y el escultor camarguense Enrique Carbajal “Sebastián” participó en su construcción.
La monumental obra colectiva, de 120 metros de diámetro, estuvo a cargo de los artistas Federico Silva, Helen Escobedo, Hersúa, Manuel Felguérez, Mathias Goeritz y el propio Sebastián, quienes iniciaron en noviembre de 1977.
El criterio para seleccionar esos talentos artísticos fue su denominador común de su pasión hacia la tendencia al Geometrismo, así como al uso de materiales como el concreto y las estructuras metálicas, aspectos que, para aquel año ya dominaba a cabalidad el chihuahuense.
Al ser una obra colectiva, el equipo de escultores debía de estar de acuerdo en todas las decisiones que se tomaran, y para 1978 ya se había aprobado que la obra fuera circular, por la perfección de la figura geométrica dejada hace millones de años por la lava solidificada del volcán Xitle en el lugar que les fue asignado a los artistas para trabajar.
Una vez definido el círculo, surgió la propuesta de los prismas triangulares. Y, finalmente la discusión de qué hacer en el centro del cráter. El 1 de diciembre de 1978, se resolvió que el interior de la escultura se preservara tal y como estaba, con las formas caprichosas de la lava solidificada.
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El resultado fue una colosal escultura con el diámetro ya descrito, compuesta por 64 módulos o prismas triangulares, sobre un anillo circular de piedra que contiene un mar de lava sin rasgos de tierra ni vegetación.
La finalidad de tal espacio, de acuerdo con los artistas que lo crearon, es la contemplación de lo bello, tanto al interior del lugar como al exterior. Lo anterior, buscando hacer del arte un gran acontecimiento para todos y para siempre, y cumpliendo el objetivo propuesto inicialmente de combinar la ecología y el arte para reproducir la imagen cósmica del mundo prehispánico.
Y es precisamente esa combinación uno de los criterios que la Fundación Benetton toma en cuenta a la hora de otorgar su galardón, que tiene como objetivo ayudar a difundir la cultura de la “gestión del paisaje” y “cuidar de los lugares”.
En ese sentido, la Fundación Benetton considera que el Espacio Escultórico en el Pedregal de San Ángel, refleja la sensibilidad estética de sus hacedores y transmite el deseo de dejar una huella de un tiempo pasado. La ceremonia de entrega del Premio se realizará el 13 de abril en Treviso, Italia, sede de la Fundación.
