La compañía teatral Strongylus se presentará la tarde de este miércoles a las 17:30 horas en el Auditorio Rafael Lozoya Varela del Centro de Justicia con el espectáculo clown "Ni con palabras", que está celebrando sus primeros quince años y le ha dejado un sinfín de experiencias a su intérprete principal, Javier López. La entrada será libre y para todo público.
El montaje se realiza por invitación del Poder Judicial del Estado de Chihuahua a través de los Tribunales para el Tratamiento de adicciones y en coordinación con el programa Alas y Raíces Chihuahua. Sin embargo se reitera que puede asistir quien así lo desee, reiterando la gratuidad en el acceso al recinto, aunque por el tamaño de éste, se recomienda llegar con puntualidad.
Cabe recordar que la puesta escénica está basada en el poema "Digo que no puede decirse el amor", de Jaime Sabines, y ha sido presentada varios escenarios y festivales tanto nacionales como internacionales.
Es Javier quien abunda al respecto. "es una metáfora en la que, con la ayuda del público, se va construyendo una casa. Los espectadores forman las puertas, las ventanas, los muebles; mientras, el protagonista espera la llegada de un paquete", resume.
La razón por la cual se escogió interpretar un poema del inmortal bardo chiapaneco, es por la utilización de su lenguaje coloquial, nada rebuscado, de manera que lo puedan entender los niños, segmento del público que, asegura, es el que más disfruta.
"A lo largo de los quince años de representaciones, el show ha estado en lugares que están entre Tijuana, Baja California y Tacna, Perú. En los más diversos escenarios y ante todo tipo de públicos", desmenuza Javier lo que ha sido su trabajo en los últimos tres lustros, “pero el público que más disfruto es el infantil", añade.
"Porque pese a las diferentes latitudes y diversas formas de pensar que puede haber en el espacio geográfico anteriormente señalado, los niños siempre son iguales en su forma de ser: se ríen de las mismas cosas y en los mismos momentos… es cuando crecemos que esa risa y ese disfrute se nos va apagando. Creo que la sociedad en que nos desarrollamos nos cambia", reflexiona.
Para ilustrar el punto anterior, y aquello de todo tipo de escenario, recuerda la ocasión en que se presentó en una especie de reformatorio en San Salvador (de hecho, tuvo que dar dos funciones para no mezclar en el público a dos "maras" rivales), en especial, las risas y la sonrisa de dos jovencitas, menores de edad a fin de cuentas, y con un resquicio de inocencia en sus corazones.
Las anécdotas que Javier tiene debido a sus primeros quince años montando "Ni con palabras" son vastos. Sé tú, parte de esa historia que aún se escribe y asiste esta tarde al recinto ya mencionado, recuerda, la entrada es libre.