Las estufas de gas y leña, braseros y el uso de calentadores en viviendas mal ventiladas son las principales causas de intoxicación por monóxido de carbono, un gas que puede ocasionar desde la pérdida de conocimiento hasta la muerte.
En esta época, cuando el frío arrecia, las atenciones médicas por este tipo de accidentes se incrementan, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social en Chihuahua exhorta a la población a no encender estos artefactos dentro de las viviendas, ni tampoco encender fogatas en espacios cerrados.
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El especialista en urgencias médicas, Miguel Ángel Arredondo Vizcarra, comentó que con el descenso de la temperatura, hay muchas personas que ante la imposibilidad de contar con un calefactor, utilizan un brasero para calentar su hogar, sin embargo, es una práctica muy peligrosa.
El también director del Hospital General de Zona (HGZ) No. 11 en Delicias, explicó que este gas no tiene color, olor, ni es irritante, por lo que advirtió que cuando una persona lo inhala, se reemplaza el oxígeno en la sangre y como consecuencia, el corazón, cerebro y cuerpo en general, sufren por la falta de oxígeno.
Mencionó que los síntomas varían de una persona a otra. La inhalación produce rápidamente la falta de oxígeno y pérdida del conocimiento. Niños, mujeres embarazadas y adultos mayores son los más afectados en caso de presentarse una intoxicación.
Entre los síntomas por una intoxicación por monóxido de carbono están:
- Problemas respiratorios
- Dolor de cabeza y pecho
- Mareo
- Vómito,
- Somnolencia
- Desmayo
- Debilidad muscular
- Latidos acelerados del corazón
- Convulsiones
- Pérdida del conocimiento hasta caer en estado de coma
Por lo tanto, el director del hospital recomendó que en casos de intoxicación, es necesario trasladar a la persona a un lugar donde pueda respirar aire fresco y que reciba atención médica oportuna.
Como medidas de prevención, recomendó que se revisen muy bien las instalaciones de gas, sobre todo en calentones y estufas, además de mantener ventiladas las habitaciones teniendo siempre abierta una ventana con un mínimo de 15 centímetros para que permita renovar el aire.
En caso de una intoxicación, el Seguro Social exhorta a sus derechohabientes para que acudan lo antes posible a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) a recibir atención médica; y antes de volver a la vivienda, que un profesional revise el desperfecto para evitar se vuelva a presentar el mismo problema.
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