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Este viernes 2 de febrero se celebra la solemnidad de la Presentación del Niño Jesús en el Templo, dentro de la religión católica, también conocida como la Fiesta de las Candelas, por la tradición bendecir las velas; sin embargo, en México se ha adaptado la tradición para que quien haya sacado un muñequito del Niño Dios en su pedazo de rosca de reyes, invite a los comensales con quienes compartió, unos sabrosos tamales con champurrado.
De acuerdo con la tradición católica, la Fiesta de la Luz, se conmemora el 2 de febrero, porque es la fecha que coincide con los 40 días después de la navidad, el nacimiento del Niño Jesús, que el mundo celebra el 25 de diciembre.
La presentación de los niños en el Templo, se realizaba para dar cumplimiento con la ley judía, que fue adoptada por la Iglesia Católica, y se celebra hasta la actualidad.
Sin embargo, en México, se arraigó la tradición de mezclar el significado religioso con un sabroso manjar que se disfruta en casi todos los hogares del país, y en los que se pacta que quienes compartan una rosca de reyes el día 6 de enero, la fiesta de la Epifanía del Señor, y que resulten con la bendición de que en su trozo de rosca aparezca un niñito Dios escondido, (del que se hace referencia de la persecución de Herodes), tendrá el honor de apadrinar los tamales, el siguiente 2 de febrero.
Aunque la tradición está arraigada, y se considera popularmente una bendición recibir al Niño Dios, hay quienes intentan esconder el hallazgo, y recurren a estrategias para ocultar a los otros comensales con quienes comparten la mesa, que son los afortunados padrinos de los tamales.
En otros casos "cantan" la aparición del muñequito, y se comprometen a proporcionar los tamales, con su atole o champurrado, para lo cual, se pacta una segunda reunión.
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En la ciudad de Chihuahua, se acostumbra pedir con anticipación las piezas de tamales, para no quedarse sin ellos la fecha exacta del Día de la Candelaria; aunque por lo que los negocios se preparan para una sobre producción de la barra de masa de maíz cocida al vapor, con los más sabrosos rellenos.
Se pueden encontrar una variedad de sabores, de los que los preferidos por la mayoría son los de rojo, que consisten en un relleno de guiso de carne de cerdo, en un adobo de chile colorado; también los hay de rajas, de los que en Chihuahua son populares las rejas de chile chilaca, mezcladas con rajas de queso menonita, y en algunos establecimientos, añaden granitos de maíz amarillo. Así también hay de asado verde, frijoles, y los tradicionales de dulce, que se reservan para el postre.
