Son más del 80% las personas que no disfrutan de los que están haciendo en sus trabajos, sino que lo hace por dinero, reconocimiento o porque no estaban seguros de lo que querían estudiar, así lo indicó el conferencista Jacobo Miranda en el congreso “Cada vez más grandes” de la URN.
Durante la charla denominada “Desbloquea tu Máximo Potencial”, Miranda habló con los jóvenes estudiantes del CBTIS 122 y de la Maestros Mexicanos Sur sobre la importancia de conocer cuál es su vocación, cual desean que sea su profesión y sobre todo, cuál será su ocupación en la vida.
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Para ello, les pidió que reflexionaran sobre lo que son buenos, llámese hablar, pintar, matemáticas, videojuegos, música, o cualquier otro pasatiempo en el que ellos consideran que tienen potencial para convertirlo en una carrera, incluso si no parece que pueda ser una profesión.
Para ello, Jacobo explicó a los jóvenes la diferencia entre las palabras vocación, profesión y ocupación, siendo la primera la actividad en la que se consideren buenos, aquellas aptitudes en que las que se destacan, “lo que te gusta, lo que te entona y lo que eres bueno en este momento”, comentó el conferencista.
Por otro lado, la ocupación es más bien aquello en lo que se mantienen ocupados, que bien puede ser un trabajo de medio tiempo o alguna actividad deportiva o artística, la cual te puede llevar a un estado de satisfacción que el conferencista describe como felicidad.
Por último, Jacobo hizo hincapié en que la profesión, aquello que deben de elegir porque se encuentran cerca de terminar la preparatoria y les exigen que deben de saber a cuál carrera entrar y que debe ser lo que quieren hacer toda la vida, en realidad se trata de solo una herramienta para conseguir sus objetivos.
El ponente señaló que aquellas personas que no ubican su vocación desde que son jóvenes, por estadística, terminan eligiendo una profesión que no les llena y que, en lugar de llevarlos a un estado de satisfacción, los termina haciendo infelices.
De esta forma, Jacobo Mirando llevó a los estudiantes a un estado de reflexión al hacerles preguntas sobre cómo se ven en 30 o 40 años más viejos, para después realizar una actividad con los jóvenes, donde les vendaba los ojos para hacerlos manifestar sus deseos, y al abrirlos, en las pantallas se veían supuestas imágenes de cómo se verían con mayor edad.
Esta actividad llevó risas y un ambiente agradable a la sala de la conferencia, donde los jóvenes comenzaron a abrirse sobre sus sueños y metas, algunos incluso indicaron que no estaban seguros de que es lo que querían estudiar, pero sabían cuál es su vocación.
Posteriormente, Miranda les dejó tres preguntas para seguir con la reflexión, las cuales fueron: ¿Que nos gusta?, ¿para qué lo quiero hacer?, ¿en dónde quiero estar haciéndolo?, poniendo como ejemplo a si mismo, habló sobre cómo a él desde temprana edad sabía que le gustaba hablar, y convirtió en ese gusto una profesión.
“Si hubiera estado consciente desde joven que esto me iba a dar para comer, lo hubiera hecho desde antes”, expresó el conferencista, quien exhortó a los jóvenes presentes en la conferencia a realizar una autoexploración sobre sus gustos y sus atributos, poniendo en práctica las preguntas anteriores.
Para finalizar la plática, Jacobo hizo hincapié en que una carrera no es más que una herramienta para conseguir sus verdaderas aspiraciones, sin embargo, también comentó que hay cinco errores que los jóvenes comentan al momento de elegir una carrera.
Estos errores son el postergar la decisión de elegir y esperar a que alguien más elija por ellos; estudiar la carrera que padres quieren que estudie; elegir la carrera que eligen tus amigos sin que a ti te guste; buscar una carrera que sea fácil pero no les gusta y; tomar la decisión de no estudiar.
Para finalizar, el ponente exhortó a los jóvenes a seguir reflexionando sobre qué es lo que quieren hacer, cuál es su vocación y cómo pretenden llegar a esto, asegurando que, de esta forma, es menos probable que terminen en un trabajo que no lo llene, sino que los pongo en un estado de satisfacción.