Alan dio su conferencia titulada “El poder de los viajes”, la cual formó parte de la cartelera de actividades de Referencia Norte, teniendo un una cálida bienvenida en el Teatro de la Ciudad porque así, dijo, empezó su carrera, en los teatros.
Alan Estrada Gutiérrez es un actor, cantante y youtuber mexicano, conocido por su canal de viajes en YouTube titulado “Alan x el Mundo”, donde cuenta con 3.6 millones de suscriptores; y es precisamente hace 17 años que el influencer realizó su primer viaje de mochila a la India y el sudeste asiático, el cual le cambió la vida.
Sobre su familia, la cual era muy tradicional, vacacionaba en los mismos lugares, como en Puerto Peñasco, no tenía la visión que tiene actualmente sobre los viajes, tenía los paradigmas de que era para gente a la que le sobraba dinero y tiempo.
A los nueve años viajó a Disney y no volvió a salir del país hasta la mayoría de edad, donde se encontró con los choques de culturas, como la comida de gran tamaño, un idioma diferente, un trato muy amable. Lo cual le volvió un gran conocedor en los viajes.
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Después de ver “The Beach”, la película del 2000 con Leonardo DiCaprio, Alan se inspiró para viajar a la isla que aparece, llamada Phi Phi. Platicando con amigos sobre viajar se dio cuenta de que nadie más quería, hasta que encontró a una amiga bailarina que coincidió en viajar a Tailandia, entonces se dieron cuenta de que se querían comer el mundo y planearon un viaje de un mes a Tailandia, India y Camboya. En aquella edad tiene lo que él llama el Síndrome del V.P. (Viajero Pendejo), donde uno cree que va a poder ir a todo lo que planea.
Para sacar dinero se puso a vender pulseras con la excusa de que era para ayudar a los afectados del tsunami en el Índico del 2004 y así ahorró $50,000 para ir con su amiga a la travesía planeada.
En Inglaterra, siendo punto de inicio en el otro lado del mundo, trataron de recorrer lo más posible en 19 horas, por lo que se quedó dormido en el avión. Al llegar a India se llenó de preguntas, sobre la comida, vestimenta, lugares, idioma, costumbres, etcétera, no le gustó, sin embargo, después de estar más días, quedó fascinado y transformado al irse; y todavía todavía faltaba llegar a Tailandia a ver la playa Pipi. Ese año no la pudo visitar por los estragos del desastre natural, por lo que pensó en regresar, hasta que su amiga Alejandra lo convenció a quedarse y ayudar a los demás. Alan regresó diferente.
En la conferencia le tocaron intérpretes de la Lengua de Señas mexicana después de muchos años.
La disertación finalizó con 10 lecciones que aprendió al recorrer el mundo: Ser niño de nuevo, La zona de confort, Contar historias, Aquí y ahora, Vemos lo que somos, Viajar también es una responsabilidad, La diversidad hace bello al mundo, El nacionalismo se cura viajando, El miedo y Hasta sentado se muere uno.
