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Larga vida para Casa Chihuahua y su actividad cultural, le deseó Dante Alcalá al Centro de Patrimonio Cultural que hoy celebra su 13º aniversario con un concierto de gala a cargo del tenor tapatío, con Cristina Ibarra al piano, en punto de las 19:00 horas.
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Será un viaje musical por canciones italianas, napolitanas, arias de ópera, romanzas de zarzuela, mexicanas de antología y una sorpresa para cerrar, adelantó.
El cantante de ópera está por cumplir dos décadas de una carrera fascinante, pero que requiere mucha disciplina, vocación y dedicación.
“Sin duda es de resistencia, más que de velocidad. Hay que darle el tiempo necesario a la preparación musical, vocal y todo lo que presenta por sí sola”, dijo.
Dante se dejó atrapar por la magia de la ópera a los 15 años, sin embargo le encanta la música mexicana y no pierde oportunidad de vestir con orgullo el traje de charro y cantar con mariachi. Heredó la voz de su padre y este del suyo, aunque ninguno se dedicó a la música. Es el cuarto de seis hermanos, “todos con musicalidad, pero el único destornillado fui yo”, bromeó.
De todos los países en los que se ha presentado, afirmó que pese a que entre los latinoamericanos hay similitudes, el más parecido al mexicano es Filipinas, incluso en el público.
“Cuando llegué allá me llamó la atención el trato, es como México en los años 60 o 70, con esa calidez, educación, que sigue existiendo pero era mucho mayor antes. La gente es buena, súper atenta, afable. Somos muy similares, no obstante la distancia geográfica”.
En contraste, confesó que el más difícil hasta ahora ha sido el de Santiago de Compostela, cuando inauguró un festival de zarzuela, “era como si un español viniera a un festival del mariachi a Guadalajara. Toda la primera parte me pusieron a prueba durísimo, me aplaudían poquísimo. Le decía al pianista que no les estaba gustando y él me decía que esperara. A partir de la segunda parte oí el primer ¡bravo! y terminaron aplaudiendo de pie”.
Dante dijo sentirse honrado y agradecido por la invitación de Casa Chihuahua, “deseo de verdad que cumpla muchos años más con la calidad de espectáculos que está acostumbrada a hacer. Es un bastión de la cultura en la ciudad y en el estado de Chihuahua y le deseo largos y muy fructíferos años en lo sucesivo”.
Y es que le tiene a Chihuahua un especial cariño por muchas razones, “he cantado varias veces aquí (…), me gusta su cultura, su historia, que tiene muchísimo que ver con la historia de México, la gastronomía y las mujeres. Mi mujer es de aquí, me la robé, me la llevé pa’allá, a México (donde radica). Estoy feliz de regresar a este hermosísimo estado, espero seguir haciéndolo, me hace muy feliz venir a hacer música y compartirla. Y vendremos muchas más ocasiones, primero Dios”.
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