Abren escuela especial para niños Down

Ya se atiende a 22 niños y jóvenes en el Centro Formativo Empresarial Down, el cual enfoca sus esfuerzos en la incorporación a la vida cotidiana de los alumnos

Paloma Sánchez

  · jueves 21 de marzo de 2019

Foto: Gerardo Aguirre

Con dos décadas de desarrollo en el programa y una infraestructura especializada para la atención de niños y jóvenes con síndrome de Down, abrió el Centro Formativo Empresarial Down, con programas incorporados a la Secretaría de Educación Pública para los niveles de preescolar, primaria y secundaria.

El centro ofrece terapias lúdicas que trabajan los espasmos cerebrales, con siete especialistas en las áreas de ciencias neurológicas, neurólogos, nutriólogos, terapia física y de lenguaje, que estimulan la inclusión y el valor de las personas con esta condición y funcionalidad en la sociedad.

Con la reciente apertura, se atiende a 22 niños y jóvenes en el Centro Formativo Empresarial Down, el cual enfoca sus esfuerzos en la incorporación a la vida cotidiana de los alumnos, con la dirección de la doctora en Ciencias, María del Rayo González, quien hace conexión del cerebro con el lenguaje, lo que impulsa el sistema de habla en pacientes con síndrome de Down; con siete terapeutas, como doctorado en Neurociencias, médico con especialidad en Lenguas, neurólogo, doctora en Sicología, doctora en Letras con enfoque a atención a personas con síndrome de Down.

Foto: Gerardo Aguirre | El Heraldo de Chihuahua

El sistema está hecho especialmente para que los niños no lo vean como un hospital o un lugar de terapias, sino como una escuela lúdica.

En la dinámica de sus horarios, el día inicia con la terapia de alberca, hecha de cuarzo que no utiliza químicos limpiadores sino un ionizador e hidromasajes. La caldera es digital, a temperatura del vientre materno, para asegurar el confort de los niños. Ahí se les da la acuaterapia con punciones en puntos específicos de la mano y tocamiento de cerebro por la doctora en Neurociencia.

Posteriormente, se trabaja en pintura en óleo sin manejar solventes, porque han comprobado que influye por medio de señales al cerebro de las personas con síndrome de Down con espasmos en la conexión neuronal, y se enfocan en alinearlos con terapias lúdicas como la técnica de pintura mencionada. Así, se evitan los medicamentos y otro tipo de terapias agresivas o invasivas.

Foto: Gerardo Aguirre

El salón de baile se convierte en una discoteca con luces, espejos, música en bocina. El comedor está equipado con una cocina industrial, se acompaña con musicoterapia, con una dieta especial en la que se maneja aceite de canola, stevia en lugar de azúcar, elaborada por un nutriólogo y cocinada por un chef especializado en este sector de la población. Se recibe el desayuno y la colación previa a la comida.

La educación se trabaja con el sistema de la Secretaría de Educación Pública en los niveles de preescolar, primaria y secundaria. Además reciben terapia física, impartida por el terapista y un médico, que trabajan con dos auxiliares, donde hacen uso de aparatos, rampas y otros elementos para enseñarlos a coordinar correctamente. Para finalizar, la terapia en tierra través de aparatos con masajes, punciones en puntos específicos con resultados como lograr en dos semanas lo que no avanzaron en años.

Foto: Gerardo Aguirre

Para adecuar las ocho terapias diarias, cada niño se trabaja de manera individual, con un avance personalizado, para lo cual se requieren estudios por sus médicos tratantes como encefalogramas, y se determina qué áreas se trabajarán, además de las clases académicas regulares. Actualmente, acuden 18 niños de preescolar, dos niños de primaria y un chico de secundaria.

“El sistema se desarrolló durante 23 años para probar lo que ahorita están llevando los niños fuera autorizado por la Secretaría de Educación Pública, el Instituto Nacional de Pediatría y todas las autoridades aprobaran sus resultados en los usuarios. Para esto se tuvo que traer terapistas, sicólogos, neurociencias, para probar científicamente el impacto en cada niño Down, que para ellos era lo mejor que tuvieran una alberca de cuarzo. Cómo se iba a sumergir, qué puntos se iban a trabajar, con estudios profundos y la aplicación de multimedia y el aprendizaje de tres idiomas: español, inglés y francés”, refirió la doctora González.

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