“Exigimos justicia para los jovencitos desaparecidos, que los encuentren, pero también para nuestro familiar, que de ninguna manera participó en los hechos”, dijeron parientes del ex agente municipal Héctor Arreola Soto, quien es acusado por el delito de desaparición forzada junto con dos ex oficiales de la Dirección de Seguridad Pública de Buenaventura, Enrique Lozano Saucedo y Héctor Manuel Alcalá.
Las Arreola son claras en señalar que hay manipulación desde la fiscalía para inculpar a los tres agentes por un delito que no cometieron y mantenerlos en prisión por las presiones del gobierno de Sonora, que reclama avances en las indagatorias de uno de los jóvenes que es originario de Cananea, lo anterior al presentarse en las instalaciones de El Heraldo de Chihuahua.
María Isabel y Aracely, hijas de don Héctor, están convencidas de que las autoridades no quieren hacer su trabajo en torno a dar con los verdaderos culpables y se les hizo fácil inculpar a los agentes.
El hombre de 53 años ha laborado desde el año 1989 en la policía de Buenaventura, la familia indica que en su paso tuvo una conducta ejemplar, tan es así que durante las administraciones municipales que transcurrieron él se quedaba por su honestidad, seriedad y “porque todos sabían que era un excelente policía”.
Para Elena Delgado Gallegos, su esposa, es casi imposible pensar que Héctor haya participado en el secuestro debido a su comportamiento ejemplar y además aseguran que él no estaría dispuesto a manchar treinta años de trabajo, siendo que estaba a punto de obtener su jubilación.
En diciembre de 2017, pocos meses después de los hechos, el varón iba obtener su jubilación del cuerpo policiaco y los trámites estaban sumamente adelantados.
Los hechos que se les atribuyen a Arreola Soto y a los agentes Enrique Lozano Saucedo y Héctor Manuel Alcalá ocurrieron el pasado 12 de mayo de 2017.
El agente Arreola ha pasado casi dos años en la cárcel debido a que un testigo con identidad reservada expuso que el día de los hechos él se encontraba dentro de las instalaciones de la Policía Municipal y ante el juez refirió que momentos antes de su desaparición fueron llevados a la comandancia y en el lugar se encontraba Arreola, a quien identificó sólo como un hombre mayor con un diente de plata.
La familia insiste en desconocer por qué se encuentra detenido y vinculado por la desaparición de los jóvenes Jesús Martín Miranda Cruz y Jesús Antonio Servín Ramos, cuando el agente asegura que el día de los hechos no hubo detenciones y tampoco registros de su ingreso a la comandancia.
Otro de los aspectos de marcada relevancia es el hecho de que una semana después de la desaparición de los jóvenes una de las hermanas declaró haber sostenido comunicación con uno de los desaparecidos a las 5:00 de la tarde, quien le dijo que se encontraban pasando por Casas Grandes, sin embargo este dicho contradice la versión policial que señala que el supuesto secuestro se dio a las 5:30 en el municipio de Buenaventura, cuando por las distancias es imposible que hayan ocurrido los hechos.
El señor Arreola se encuentra preso en el Cereso número 5 de Nuevo Casas Grandes, y muestra en numerosas ocasiones depresión y desesperación por estar encerrado injustamente.
La familia exige que las autoridades analicen el caso, pero que también la gente se dé cuenta de que los tres policías son inocentes y que su encarcelamiento es una injusticia.
Te puede interesar: