De nueva cuenta la audiencia de Juan Carlos R.M, Juan L.M. y Rosendo L.L. fue pospuesta por un juez federal, luego de que el Poder Judicial de la Federación no notificara al Ministerio Público Federal sobre la audiencia del 30 de noviembre, por lo cual aplazó la misma al 30 de diciembre, es decir que un mes más deberán permanecer en prisión.
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Así lo dio a conocer Virginia Santana, hermana de uno de los detenidos; ayer hubo una manifestación al exterior de los tribunales federales para exigir la libertad de los tres campesinos, toda vez que consideran que su detención fue sin motivos y han querido mantenerlos en prisión a como dé lugar, como si fueran “terroristas”.
Los inconformes estuvieron desde temprana hora en el centro de justicia federal, para pedir al juez federal Arturo González Ferreiro que concediera la libertad condicional de los tres campesinos, ya que consideran un abuso de las autoridades que los detuvo por haber fabricado hechos que no cometieron.
“Ha habido muchas irregularidades, primero dijeron que fueron detenidos por haber tomado granadas de humo, ahora dicen que por armas de fuego, luego posponen las audiencias varios días por no hacer notificaciones y ahora la quieren posponer hasta el 30 de diciembre porque no llegó el Ministerio Público”, indicó.
Dijo que los detenidos deberán permanecer detenidos hasta que se vuelva a celebrar la audiencia para determinar si son o no responsables de los hechos y se analice el amparo que tramitó la defensa de los campesinos, toda vez que alegan de irregularidades al momento de la detención y la vinculación a proceso.
La pasada audiencia, informó la señora Virginia Santana, no se celebró debido a que entregaron el expediente al juez cuatro días antes de la audiencia en lugar de los ocho que piden para que tenga conocimiento del expediente y por errores administrativos se aplazó 27 días hasta ayer.
Los inconformes se postraron en el Poder Judicial de la Federación para pedir a las autoridades que no los mantengan en prisión, toda vez que ya van a dos meses de estar detenidos y que no han podido verlos debido a las complicaciones del virus que ha suspendido las visitas.
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