/ domingo 25 de noviembre de 2018

Ayudo sobreviviente del 9-11 a salvar cientos de vidas

Ahora ayuda en el Boteo Teletón

William Rodríguez guardaba una de las cinco llaves maestras para acceder a las escaleras de las Torres Gemelas al momento del ataque del 11 de septiembre del 2001, al escuchar el golpe del primer avión, decidió no refugiarse y quedarse para abrir puertas y ayudar a rescatar a gente que quedó atrapada en los 110 pisos de la Torre Norte.

Rodríguez acudió al Congreso Nacional del Boteo Teletón 2018, que se realizó en Chihuahua, con la finalidad de exponer a los voluntarios la importancia de crear un sentimiento de solidaridad y valentía, así como los valores fundamentales en los momentos que la sociedad lo necesite.

Durante más de 20 años, el puertorriqueño William Rodríguez trabajó dentro de las Torres Gemelas como intendente, lo que le demandaba subir y bajar diariamente por las escaleras de 110 pisos. “Ese día yo me encontraba enfermo, entonces le hablo a mi supervisor y le digo: Antoni, no voy a trabajar, ponme un día de enfermedad. Pero si yo no iba a trabajar, nadie más quería hacer el trabajo que yo hacía”, dijo, y explicó que se presentó a trabajar media hora más tarde de su horario reglamentario.

“El edificio tenía seis niveles de sótano, y yo llego con mi supervisor al sótano 1 y a las 8:46 se oye la explosión fuerte que se escucha en todo el edificio, sacudió todo, el techo entero se derrumbó encima de nosotros, las paredes se rajaron y los rociadores contra incendio se activaron, agua comenzó a caer por todas partes. Todo el mundo gritó, todos estábamos desorientados porque al estar en un sótano no sabíamos lo que estaba ocurriendo, segundo después veo a un hombre gritando con la piel de sus brazos desprendida, me dice que en el asesor lo alcanzó una bola de fuego”, indicó.

Rodríguez fue la única persona, de las 14 que se encontraban en el sótano, que comenzó a vendar al hombre llamado Felipe David, minutos después escuchó otra explosión y decidió ayudar a salir al grupo, “cuando salimos, me dicen que un avión impactó la Torre, toda la gente de la calle miraba hacia arriba con la boca abierta de la sorpresa, la gente que se encontraba en los pisos más altos se estaba aventando. El humo de la explosión tapaba la Torre Norte, en el piso 106 y 107 es donde estaban mis amigos, mis compañeros de trabajo, en ese momento dije que tenía que volver por ellos”.

“Comienzo a entrar nuevamente en el edificio y me doy cuenta que estoy vivo de milagro porque si yo entraba a las 8:00 de la mañana, mi horario normal, sino me reportaba enfermo, yo hubiera estado en los pisos de más arriba porque comenzaba a limpiar de arriba a abajo. Yo, preocupado por mis amigos, comienzo a volver, llego al sótano y entro a la Torre Sur, donde estaba la oficina de control de emergencias para hablar por el radio con la gente que se supone estaba capacitada, pero ellos se fueron corriendo, no había nadie”, relató.

William Rodríguez recordó, gracias a un policía que se encontraba con él, que era portador de una de las cinco llaves maestras para acceder a todos los pisos a través de las escaleras, por lo que decidieron quedarse para ayudar a una unidad de bomberos, guiándolos por los escalones de 110 pisos. La unidad de bomberos logró subir y ayudar a personas hasta los primeros 27 pisos, debido al peso de sus equipos tácticos, según informó el puertorriqueño.

Rodríguez continúo solo la búsqueda de más personas hasta llegar al piso 33, donde se topa con una señora americana a la que ayuda a bajar, después vuelve a subir hasta el piso 39, momento en el que se escucha el impacto en la otra Torre, “fue tan fuerte que creó unas ondas de movimiento en el edificio, y en el radio dicen que el piso 65 colapsó internamente hasta el piso 44, yo sólo podía pensar en mis amigos, pero el policía me dice que le ayudara con un hombre en silla de ruedas del piso 27, con ayuda de dos bomberos logramos bajarlo por las escaleras”.

De acuerdo con William, una vez que llegó al lobby y salió del edificio en compañía del señor en silla de ruedas, se percata que el área estaba acordonada por una cinta amarrilla y por decenas de policías que le gritaban que no diera vuelta atrás y que corriera. “Yo volteó y fue lo más horrible que he visto en mi vida, todos los cuerpos de la gente que se tiraron estaban estrellados en el suelo, irreconocibles, en partes, no se podía reconocer lo que era la pierna o la cabeza, cuando bajo la mirada veo el único cuerpo que pude reconocer, el cuerpo de la señora americana que ayudé en el piso 33. Para mí que ella salió pensando que se había salvado y algo le cayó encima que la cortó en dos”.

Segundos más tarde, la torre comenzó a colapsar en su totalidad, por lo que Rodríguez se refugió debajo de un camión de bomberos frente al edificio, “quedé atrapado debajo del camión, debajo de los escombros. Dos cadenas de televisión, a través de sus trasmisiones, identifican que el último hombre en salir antes del derrumbe se encontraba en el área del camión de bomberos, comenzaron a buscarme y horas después me rescatan”, explicó.

Increíblemente, Rodríguez relata que horas después de su rescate, regresó a la zona para continuar en la búsqueda de sobrevivientes bajo los escombros. De acuerdo con el puertorriqueño, desde ese día su vida cambió y se ha dedicado a trabajar desinteresadamente ayudando a los sobrevivientes y a las familias de las víctimas. Fundó el Grupo de Víctimas Hispanas del World Trade Center, a través del cual ayuda a más de 150 familias afectadas.

Por sus actos heroicos y manifestaciones humanitarias, William Rodríguez ha recibido varios reconocimientos. El presidente de Estados Unidos, George Bush, le otorgó la distinción de héroe. Además fue nombrado Héroe Nacional por el Senado de Puerto Rico, y bombero honorario y Héroe Nacional en Chile, por ayudar en el rescate de dos ciudadanos chilenos.

“Me di cuenta que lo verdaderamente importante no es el dinero ni las cosas que uno gana, es la familia, los amigos, las acciones que emprendemos. Esto que hace el Teletón para concientizar a toda la comunidad de lo que realmente hay que preocuparnos, los niños necesitan ayuda, necesitamos contribuir al futuro de México, todos pueden hacer grandes cosas”, finalizó.


William Rodríguez guardaba una de las cinco llaves maestras para acceder a las escaleras de las Torres Gemelas al momento del ataque del 11 de septiembre del 2001, al escuchar el golpe del primer avión, decidió no refugiarse y quedarse para abrir puertas y ayudar a rescatar a gente que quedó atrapada en los 110 pisos de la Torre Norte.

Rodríguez acudió al Congreso Nacional del Boteo Teletón 2018, que se realizó en Chihuahua, con la finalidad de exponer a los voluntarios la importancia de crear un sentimiento de solidaridad y valentía, así como los valores fundamentales en los momentos que la sociedad lo necesite.

Durante más de 20 años, el puertorriqueño William Rodríguez trabajó dentro de las Torres Gemelas como intendente, lo que le demandaba subir y bajar diariamente por las escaleras de 110 pisos. “Ese día yo me encontraba enfermo, entonces le hablo a mi supervisor y le digo: Antoni, no voy a trabajar, ponme un día de enfermedad. Pero si yo no iba a trabajar, nadie más quería hacer el trabajo que yo hacía”, dijo, y explicó que se presentó a trabajar media hora más tarde de su horario reglamentario.

“El edificio tenía seis niveles de sótano, y yo llego con mi supervisor al sótano 1 y a las 8:46 se oye la explosión fuerte que se escucha en todo el edificio, sacudió todo, el techo entero se derrumbó encima de nosotros, las paredes se rajaron y los rociadores contra incendio se activaron, agua comenzó a caer por todas partes. Todo el mundo gritó, todos estábamos desorientados porque al estar en un sótano no sabíamos lo que estaba ocurriendo, segundo después veo a un hombre gritando con la piel de sus brazos desprendida, me dice que en el asesor lo alcanzó una bola de fuego”, indicó.

Rodríguez fue la única persona, de las 14 que se encontraban en el sótano, que comenzó a vendar al hombre llamado Felipe David, minutos después escuchó otra explosión y decidió ayudar a salir al grupo, “cuando salimos, me dicen que un avión impactó la Torre, toda la gente de la calle miraba hacia arriba con la boca abierta de la sorpresa, la gente que se encontraba en los pisos más altos se estaba aventando. El humo de la explosión tapaba la Torre Norte, en el piso 106 y 107 es donde estaban mis amigos, mis compañeros de trabajo, en ese momento dije que tenía que volver por ellos”.

“Comienzo a entrar nuevamente en el edificio y me doy cuenta que estoy vivo de milagro porque si yo entraba a las 8:00 de la mañana, mi horario normal, sino me reportaba enfermo, yo hubiera estado en los pisos de más arriba porque comenzaba a limpiar de arriba a abajo. Yo, preocupado por mis amigos, comienzo a volver, llego al sótano y entro a la Torre Sur, donde estaba la oficina de control de emergencias para hablar por el radio con la gente que se supone estaba capacitada, pero ellos se fueron corriendo, no había nadie”, relató.

William Rodríguez recordó, gracias a un policía que se encontraba con él, que era portador de una de las cinco llaves maestras para acceder a todos los pisos a través de las escaleras, por lo que decidieron quedarse para ayudar a una unidad de bomberos, guiándolos por los escalones de 110 pisos. La unidad de bomberos logró subir y ayudar a personas hasta los primeros 27 pisos, debido al peso de sus equipos tácticos, según informó el puertorriqueño.

Rodríguez continúo solo la búsqueda de más personas hasta llegar al piso 33, donde se topa con una señora americana a la que ayuda a bajar, después vuelve a subir hasta el piso 39, momento en el que se escucha el impacto en la otra Torre, “fue tan fuerte que creó unas ondas de movimiento en el edificio, y en el radio dicen que el piso 65 colapsó internamente hasta el piso 44, yo sólo podía pensar en mis amigos, pero el policía me dice que le ayudara con un hombre en silla de ruedas del piso 27, con ayuda de dos bomberos logramos bajarlo por las escaleras”.

De acuerdo con William, una vez que llegó al lobby y salió del edificio en compañía del señor en silla de ruedas, se percata que el área estaba acordonada por una cinta amarrilla y por decenas de policías que le gritaban que no diera vuelta atrás y que corriera. “Yo volteó y fue lo más horrible que he visto en mi vida, todos los cuerpos de la gente que se tiraron estaban estrellados en el suelo, irreconocibles, en partes, no se podía reconocer lo que era la pierna o la cabeza, cuando bajo la mirada veo el único cuerpo que pude reconocer, el cuerpo de la señora americana que ayudé en el piso 33. Para mí que ella salió pensando que se había salvado y algo le cayó encima que la cortó en dos”.

Segundos más tarde, la torre comenzó a colapsar en su totalidad, por lo que Rodríguez se refugió debajo de un camión de bomberos frente al edificio, “quedé atrapado debajo del camión, debajo de los escombros. Dos cadenas de televisión, a través de sus trasmisiones, identifican que el último hombre en salir antes del derrumbe se encontraba en el área del camión de bomberos, comenzaron a buscarme y horas después me rescatan”, explicó.

Increíblemente, Rodríguez relata que horas después de su rescate, regresó a la zona para continuar en la búsqueda de sobrevivientes bajo los escombros. De acuerdo con el puertorriqueño, desde ese día su vida cambió y se ha dedicado a trabajar desinteresadamente ayudando a los sobrevivientes y a las familias de las víctimas. Fundó el Grupo de Víctimas Hispanas del World Trade Center, a través del cual ayuda a más de 150 familias afectadas.

Por sus actos heroicos y manifestaciones humanitarias, William Rodríguez ha recibido varios reconocimientos. El presidente de Estados Unidos, George Bush, le otorgó la distinción de héroe. Además fue nombrado Héroe Nacional por el Senado de Puerto Rico, y bombero honorario y Héroe Nacional en Chile, por ayudar en el rescate de dos ciudadanos chilenos.

“Me di cuenta que lo verdaderamente importante no es el dinero ni las cosas que uno gana, es la familia, los amigos, las acciones que emprendemos. Esto que hace el Teletón para concientizar a toda la comunidad de lo que realmente hay que preocuparnos, los niños necesitan ayuda, necesitamos contribuir al futuro de México, todos pueden hacer grandes cosas”, finalizó.


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