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CUAUHTÉMOC, Chih.- Aprender a salvar a una persona atrapada en un automóvil tras un accidente es importante, pero hacerlo bien puede ayudar a que el herido evite amputaciones o complicaciones graves tras su rescate, explicó Adrián Takemi Arikado, técnico en Urgencias Básicas de Cruz Roja, quien fue el encargado de ofrecer la capacitación a un grupo de 28 personas en el tema “Extricación Vehicular”.
La actualización, avalada por la World Rescue Organization, consistió en dos días de taller, el primero teórico y el segundo práctico, en las instalaciones de un yonke en ciudad Cuauhtémoc, en donde les facilitaron vehículos para poder aplicar en vivo lo aprendido.
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El especialista destacó que ya no es como antes, cuando se seguía el mismo protocolo para cada víctima atrapada en un automotor tras un accidente, ahora se sigue un procedimiento según el tipo de lesiones que presenta la persona, por lo que el trabajo en equipo es fundamental, entre rescatistas, bomberos, paramédicos y personal de Protección Civil.
En atención a ello, acudieron los integrantes de Cruz Roja Cuauhtémoc, delegación Manitoba, Bomberos de Cuauhtémoc, paramédicos de Chihuahua, Protección Civil de Cuauhtémoc y URGE, quienes pudieron aprender a trabajar en equipo en cada tipo de emergencia y tener las aptitudes necesarias para salvar las vidas de la mejor manera posible.
Hay varios tipos de emergencias, explicó Antonio Takemi: el Físico 1, atrapado por sus lesiones, el cual puede ser rescatado, con este protocolo, en un tiempo de entre 15 a 45 minutos; mientras que el Físico 2, atrapado completamente, puede tomar hasta 30 minutos, si se sigue el procedimiento adecuado.
Destacó que no sólo se trata de salvar vidas, sino de hacerlo de la mejor manera, salvar a la víctima de posibles amputaciones y atender lo más rápido posible, para evitar que sus lesiones, que ya de por sí son graves, puedan llegar a ser mortales.
Takemi Arikado comentó que la zona de Cuauhtémoc, en donde él labora, hay un alto índice de accidentes automovilísticos, pues tan sólo en sus estadísticas refiere que hay un automóvil por cada 4 personas, sin contar con los automotores en circulación que vienen de otras partes de la comunidad, lo que multiplica la cantidad de posibles eventos al día.
Finalmente, el especialista aseguró que este tipo de talleres ayuda a mejorar no sólo las habilidades de los técnicos en urgencias, sino también promueve la labor en equipo, necesaria en un momento de crisis.
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