La colusión entre empresas constructoras de varios estados y empleados de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes impacta en el desarrollo y conclusión de obras y mantenimiento de carreteras federales, para el 2024 se planea una inversión de más de 5 mil millones.
A pesar de que la inversión es millonaria y las empresas que ganan las licitaciones cobran en tiempo no cumplen con los requerimientos técnicos ni con los contratos asignados.
Los primeros cuatro meses del año, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes permaneció acéfala, los encargados de las diversas áreas no tienen pertenencia chihuahuense y han dado prioridad a empresas foráneas, quienes incluso cobran del presupuesto destinado a Chihuahua y realizan obras en otros estados. Esta problemática deberá atenderla el recién nombrado director general de la SICT en Chihuahua, quien ya se reunió con los constructores locales para conocer el impacto.
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Para el 2024, la SICT planea invertir 5 mil 200 millones, algunos de estos recursos se enfocarán en caminos y carreteras, una de las obras será el arreglo del tramo carretero a Ciudad Juárez.
El doctor Sergio González Rojo, director general de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, informó que se invertirán 500 millones de pesos en la reparación del tramo Chihuahua a Sueco, que son 90 km. Una zona donde constantemente se registran accidentes por lo accidentado del asfalto.
El problema radica en que se construyó una infraestructura no acorde para el clima de Chihuahua, el personal que laboraba en la dependencia, procedente de Tabasco, decidió aplicar las mismas técnicas de estructura que se le llama camino, que consta en vaciar cemento abajo y asfalto arriba, en aquella entidad funciona muy bien, pero en Chihuahua con las altas temperaturas el asfalto se vuelve chicloso y con el tráfico pesado se va desplazando.
“Ahora hay que poner una carretera al estilo chihuahuense”, explicó que se planea hacerla de asfalto porque tendría mayor durabilidad, a la fecha se trabaja en el proyecto para plantearse para el ejercicio fiscal 2024.
Otro de los proyectos es la recuperación de caminos en las comunidades. El objetivo es que las comunidades se hagan cargo permanentemente del mantenimiento y se pueda reaccionar de manera más rápida en cuanto se presentan las irregularidades, por ejemplo en cuestión de deslaves.
Señaló que la idea es que haya un fondo de recuperación permanente para que tengan herramientas y el mantenimiento se realice en tiempo y forma.
El programa de Caminos Artesanales se seguirá promoviendo, en este caso son 59 millones cada 10 kilómetros para que las cabeceras municipales se conecten con las carreteras estatales y federales. A la fecha se han inaugurado cuatro en los municipios de Guadalupe y Calvo, Temósachic, Madera y Ocampo.
Un proyecto más es la instalación de un sistema de transporte basado en tirolesa en las zonas montañosas, dado que hay comunidades que de pico a pico de montaña alcanzan a verse, pero para visitarlas el camino es muy intrincado y tardan días en llegar.
En marcha ya está la conexión entre el norte de Sonora al norte de Chihuahua, para la extracción de litio, es una carretera de cuatro carriles y que va a conectar Bavispe, Sonora, con Las Vírgenes, Chihuahua. Parte de esta zona es un área natural protegida, por lo que deberá cuidarse el trazo de la carretera, ya que no podrá afectar los hábitat que existen de flora y fauna.
El proyecto ya está listo y se van a invertir 200 millones de pesos para hacer el tramo de Las Vírgenes a Pancho Villa, serán cinco tramos de 200 millones cada uno, es decir, que se van a invertir alrededor de mil millones.
Carreteras y colusión
Actualmente, la SICT cuenta con puros funcionarios no originarios de Chihuahua, quienes les dan preferencia a empresas foráneas para realizar las obras, una queja reiterada entre las empresas locales.
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El área de obras está en manos de una persona de Puebla; el residente general de obras es de Durango; él área de contratos es de CDMX; el de carreteras federales es de Sinaloa; el departamento técnico está a cargo de una persona de Puebla. Los originarios de Chihuahua son los residentes de obra.
Lo anterior ocasiona que empresas foráneas acaparen las licitaciones, a la fecha empresas poblanas son las más beneficiadas, al igual que las de Nayarit. El proyecto de Bavispe está a cargo de una empresa de Puebla.
Las empresas foráneas pagan por recibir información privilegiada a fin de salir beneficiadas con la adjudicación de las obras. En todas las licitaciones de manera reiterada participan el Estado de México, Durango, Puebla y Tlaxcala, empresas que en ocasiones no terminan el trabajo y simplemente se van. Dichas empresas subcontratan en Chihuahua.
La empresa a cargo del mantenimiento de la vía corta a Parral, también debería hacer el mantenimiento de Jiménez a Escalón, justo al límite con Durango, para ello tiene cuatro estimaciones pagadas del contrato. Tras realizar la revisión se detectó que la cuadrilla subcontratada en La Laguna por la empresa encargada del contrato estaba trabajando en la zona de Durango y no en Chihuahua, es decir, se han pagado cuatro meses para que se arregle la carretera de Gómez Palacio, Durango, con el recurso de Chihuahua.
Los seis contratos de conservación profunda periódica se adjudicaron a las empresas de Chihuahua, sólo uno no logró adjudicarse a chihuahuenses.
Existen recursos para mantenimiento
El Gobierno del Estado tiene 13 casetas desde Jiménez a Ciudad Juárez, de Chihuahua a Ojinaga, de Chihuahua a Cuauhtémoc, de Chihuahua a Casas Grandes que son dos, la del kilómetro 100 y Galeana, carreteras que son federales pero están concesionadas.
De las cuotas, sólo el 5% de lo que cobran es lo que se usa en las carreteras, de éstos 2% es para mantener la nómina del personal y el 3% es lo que se le mete directamente a las carreteras.
Si hacemos cuentas, los recursos que reciben son millonarios, lo que sería suficiente para tener arreglados todos los caminos y carreteras.
En Chihuahua, la red carretera federal es de 2 mil 625 kms, que incluye los tramos federales concesionados, los cuales son los que presentan mayores daños.
Las carreteras requieren de un mantenimiento constante, por lo que se cuenta con programas enfocados a ello, sin embargo la colusión entre inspectores de la SICT, Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado y las empresas que obtienen las licitaciones para las obras, impide que se realicen los mantenimientos adecuados y en meses empiezan tramos a desaparecerse.
Sólo en la vía corta a Parral se ha detectado que la empresa realiza reportes alterados sobre el mantenimiento, al grado de que reporta la reparación de baches de diversas dimensiones en un tramo determinado, que equivalen a realizar toda la carretera. Podría catalogarse como un fraude.
