La Dirección de Obras Públicas del Gobierno Municipal demolió completamente el edificio con daño estructural que se encontraba en la avenida Zarco, a la altura de la calle 30, que sufrió una explosión durante la noche del 10 de marzo de este año, y quedó inhabitable por los vecinos de los departamentos y los locales comerciales de la planta baja.
La obra de demolición se realizó con una inversión de 344 mil 675 pesos, en la que se retiraron 300 metros cúbicos de escombro aproximadamente, lo cual fue direccionado a un área especial para este tipo de basura, dejando el área despejada y segura.
En el operativo de la demolición se trabajó en un área de 95 metros cuadrados de un edificio de tres pisos, con apoyo de maquinaria y personal, se retiraron las estructuras de concreto y varillas, a la par de demoler los muros perimetrales de ladrillo.
Y participaron elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Chihuahua, personal de la Dirección de Protección Civil Municipal, quienes colaboraron en el retiro de las posesiones que continuaban en el inmueble y realizaron inspecciones en las casas y locales comerciales cercanos, para garantizar su buen estado y que no hubieran sido afectados por el siniestro.
La explosión ocurrió durante la noche del jueves 10 de marzo de 2022, por una acumulación de gas en uno de los departamentos de los pisos superiores del edificio, del que se desprendieron grandes pedazos de escombros de los muros que fueron afectados, y cristales de las ventanas dañadas.
En el incidente, tres personas resultaron con lesiones y quemaduras, por lo que debieron ser atendidas en un centro hospitalario; además se registraron considerables pérdidas materiales, incluyendo las posesiones de quienes habitaban el edificio quienes se quedaron sin alojamiento, las mercancías que se vendían y fabricaban en el inmueble, entre otras pérdidas.
También, hubo daños al exterior del edificio, como dos automóviles que estaban estacionados sobre la calle 30, que recibieron sobre las carrocerías los grandes trozos de escombros, y los cristales de las ventanas de los locales comerciales cercanos, que estallaron por la onda expansiva de la explosión.
Durante más de seis meses, el lugar fue acordonado, y vigilado por elementos de la Policía Municipal, quienes resguardaban la propiedad y lo que en ella permanecía. Hace unas semanas, se realizó una inspección y desalojo de algunas de las pertenencias que todavía se encontraban en el inmueble, para finalmente, ser demolido este jueves 6 de octubre.