El estado de Chihuahua tuvo una caída histórica en trasplantes de órganos debido a la pandemia del Covid-19, pues durante 2021 sólo se llevaron a cabo 12 trasplantes de órganos y tejidos, cifra 8.5 veces menor a la registrada en 2019, año previo a la pandemia.
Además, el Centro Nacional de Trasplantes y Tejidos muestra que los trasplantes entre 2019 y 2020 disminuyeron de 103 a sólo 20 trasplantes.
Estas cantidades muestran que el estado de Chihuahua alcanzó el nivel más bajo en los últimos diez años, debido a que los hospitales se convirtieron en áreas Covid-19 ante el gran número de contagios.
En 2021, en el estado se llevaron a cabo seis trasplantes renales y seis de córnea, mientras que no se registraron trasplantes de hígado y corazón.
Además, sólo se reportaron cuatro donaciones de personas fallecidas, lo que le ubica en el lugar número 18 del país. De estos cuatro eventos, dos fueron por muerte encefálica y dos más por paro cardiaco irreversible.
Del total de trasplantes en 2020, cuatro fueron de riñón y 16 de córnea; en 2019 hubo 39 de riñón, 14 de hígado, además de que se logró el primer trasplante de útero. En cuanto a trasplantes de tejidos, en 2019 se practicaron 46 de córnea.
De acuerdo con el Reporte Anual de Trasplantes en México, elaborado por el Centro Nacional de Trasplantes, la práctica de la medicina se ha visto afectada por la pandemia, por lo que cirugías y tratamientos no urgentes en pacientes ya programados para algún procedimiento quirúrgico quedaron en pausa.
En México, el trasplante de órganos sólidos y tejidos se posicionó en los primeros lugares de las especialidades que enfrentaron la consecuencia de la pandemia, ante la amenaza de transmisión del Covid-19 tanto para los equipos médicos como para los receptores y donadores en vida de órganos.
Pese a registrar una drástica caída en trasplantes, el estado de Chihuahua se mantuvo en 2021 entre las diez entidades en las que se practicaron más trasplantes de riñón y córnea, con seis de cada tipo.
En primer lugar se coloca el estado de Jalisco, con 61; la Ciudad de México, con 28; Aguascalientes con 23; San Luis Potosí con 19 y el Estado de México acumula 17.
En sexto lugar Guanajuato con 12, Nuevo León con 9, Morelos con ocho, Veracruz siete y el décimo lugar es Chihuahua con seis trasplantes de este tipo.
Otros estados como Sonora registraron cuatro trasplantes; Querétaro y Puebla tres, mientras que Tabasco, Michoacán y Sinaloa, entre otros, practicaron un trasplante.
En cuanto a trasplantes de córnea, en la Ciudad de México se practicaron 141 procedimientos en 2021, 29 en Nuevo León, 28 en Aguascalientes, 16 en Oaxaca, 15 en Edomex, 11 en Yucatán, nueve en Sonora, siete en Jalisco, seis en Chihuahua y otras entidades registran cinco o menos procedimientos.
Donar, el acto de amor más grande
El doctor Diego Guzmán Cárdenas, quien forma parte de la Coordinación Regional de Donación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), afirmó que donar órganos y tejidos es “el acto más grande de amor que se pueda demostrar de un ser humano a otro”.
Refirió que en el duelo por la pérdida de algún ser querido, la familia tiene la voluntad y fortaleza de autorizar la donación, y con ello evitan que otras familias sufran por enfermedades prolongadas de sus pacientes o pérdidas humanas.
Agregó que se ha comprobado que las familias de los donantes transitan un duelo mucho más sano y menos doloroso al comprender que sus seres queridos trascienden al donar.
“Se convierten en auténticos héroes y heroínas que prodigan un bien invaluable a la sociedad ayudando a mejorar la vida de muchas personas y sus familias, aún después de la muerte”, refirió.
Explicó que cuando se realiza una donación mixta multiorgánica y de tejidos, se puede ayudar a los enfermos a recuperar la vista, a reconstruir partes de hueso en niños a quienes se les extirpan tumores óseos, rescatar a personas con insuficiencia renal crónica de una vida difícil en la que llevan años de ir a los hospitales para recibir hemodiálisis, o bien “literalmente a salvar la vida de personas muy graves que enfrentan urgencia de trasplante de hígado o de corazón”.
Agregó que cuando hay una donación, todas las personas ganan, “gana el paciente, gana la familia y gana el sistema de salud”, ya que es un protocolo médico terapéutico de muy alto costo-beneficio.
