A fin de que las personas que no conocen a Dios puedan conocerle a través de los misioneros, la grey católica reunida en la Catedral Metropolitana de Chihuahua elevó una oración por el Domingo Mundial de las Misiones.
El arzobispo Constancio Miranda Weckmann invitó a todos a hacer oración para que los que perdían y dan testimonio de Dios logren cambiar los corazones de quienes no creen.
Este domingo la ofrenda económica será enviada a los lugares de misión, resaltó que pueden seguir haciendo su aportación.
Las personas soberbias que creen bastarse en si mismo, piensan que los demás nada valen, condenando a su vida a la soledad, pues no dejan que nadie les ayude y terminan perdiendo la vida.
Para hablar de este pecado, que es la soberbia, este domingo se reflexionó la parábola de un fariseo que oraba y el publicano era gente pecadora en público. El fariseo creyéndose perfecto piensa que es él y no Dios quien determina lo bueno y lo malo.
Ante ello, monseñor Constancio le dijo a los feligreses que en muchas ocasiones se dejan seducir por la tentación.
Además de ir se reflexionó en que alguna veces no se reflexiona que son injustos y egoístas, ello a pesar de que se le arrebata al cónyuge las ganas de vivir debido a la actitud que se toma;
aunque le quiten a la familia el tiempo que le deben de dedicar, aunque acaben con la honra de la gente y despilfarren el dinero en cosas innecesarias.
“Somos injustos como los otros porque somos manipuladores, porque hacemos bullying y somos indiferentes con las personas que viven a nuestro alrededor”.
Señaló qué hay personas que creyéndose perfectos como los fariseos se la pasan echando la culpa a otros sin aceptar errores, ven en el mundo la injusticia, desprecian a los demás, miseria, males y violencia.
“Jesús queriendo nuestro bien, pide imitar al publicano este hombre que acepta con humildad sus faltas y le pide perdón a Dios”, señaló.
Ante ello pidió a los católicos que hagan esa oración que reconcilia con Dios, Cristo y sus hermanos, “Solo quien se deja iluminar por Dios puede determinar lo que es bueno o malo. Reconciliándose con Dios podrán reconciliarse con ustedes mismos y valorar las virtudes que tenemos “.
Resaltó que llegar a la reconciliación en el matrimonio, en la sociedad y en la iglesia se podrá llegar a hacer la voluntad de Dios, por lo que nos invitó a no tener miedo porque Jesús los acompañan, “El Señor camina a nuestro lado dándonos la fuerza y su amor, liberándonos de los peligros”.