Cristo enseña con autoridad, es el profeta prometido que se muestra poderoso en obras y palabras, vencedor contra todas las fuerzas que esclavizan al ser humano, señaló monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua, al presidir la santa misa del IV Domingo de Tiempo Ordinario, donde invitó a los bautizados a comprometerse con la promoción de la verdadera libertad.
Ante los reunidos en la Catedral Metropolitana de Chihuahua señaló que Jesús se manifiesta como vencedor del mal, manifiesta la fuerza de su poder y de su amor al grado de dar la vida por la salvación de la humanidad.
Jesús viene a liberar al hombre de todo el mal en cualquiera de sus presentaciones ya sea el orgullo, la injusticia, la corrupción, la sexualidad desenfrenada, mentira, chisme, entre otros, ya que Jesús llama a vivir la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Este domingo en la primera lectura, Dios anuncia a su pueblo que enviará un profeta para que hable en su nombre, se reconoce que Jesús es el profeta y es la presencia de Dios entre los hombres.
Monseñor destacó que Moisés promete al pueblo un profeta, el medio más seguro de la comunicación divina, al pueblo de Israel le enviaría un profeta que les traería la salvación.
La promesa se cumple de manera cabal y plena cuando Dios Padre envía al mundo a su hijo Jesús, la palabra hecha carne, que tiene como misión entregar la vida para salvar a la humanidad.
El arzobispo mencionó que las lecturas de este domingo muestran tres cualidades esenciales de Jesús, la primera que enseña una nueva doctrina, una enseñanza que libera a la humanidad.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
La segunda cualidad es una enseñanza con autoridad, porque muestra capacidad para comprender las exigencias del ser humano y la decisión de denunciar el mal, resaltó que su enseñanza era eficaz liberaba efectivamente a las personas de enfermedades, sacando el demonio y dando la vida en plenitud.
“Su compromiso con la humanidad lo prueba con hechos, solo hay que mirar la Cruz, es él quien derrota las fuerzas del enemigo para darle al ser humano la libertad y la salvación”.
Monseñor señaló que los seres humanos tienen sentido en la medida que se acercan a Jesucristo, porque es quien hace la obra y cada bautizado tiene la misión de salvar a la humanidad, de anunciar la verdad y comprometerse a la auténtica promoción de la liberación a través de Cristo.
Ante la feligresía señaló que la participación en la eucaristía les debe servir para escuchar y hacer suyas las enseñanzas de Jesús para que al alimentarse de él, les dé la gracia y les ayude con entusiasmo a colaborar en la misión de salvación de la humanidad.
Les pidió acogerse a la Virgen María para que les acompañe en el caminar hacia su hijo Jesús hacia el cielo.
En comunidad elevaron una plegaría por la prosperidad de la ciudad y de los que en ella habitan; por las personas descartadas en la sociedad, por los que están en prisión, por los que no tienen papeles y quienes viven en la calle, así como por los difuntos para que Dios los reciba en su reino de luz y felicidad.