La grey católica elevó su plegaria a Dios Padre para que cada uno sepa cuidar con amor el pequeño rebaño que el Señor les ha dado en su familia, en la parroquia, en la arquidiócesis, en las amistades, en las relaciones laborales y en las vocaciones de servicio. Además oraron por las madres, vivas y muertas, en el marco del Día de la Madre.
Ello en el marco de la celebración eucarística del IV Domingo de Pascua y en la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Sacerdotales se pidió por los sacerdotes y pastores de la sociedad que cuidan de otras personas para que puedan ser reflejo de Jesucristo el buen pastor.
El arzobispo Constancio Miranda Weckmann, al presidir la misa del IV Domingo de Pascua en la Catedral Metropolitana de Chihuahua, pidió a los fieles que a través del bautismo y confirmación recibieron la misión de ser testigos y pastores se comprometan con el reino de los cielos, dando testimonio vivo de que Jesús es el buen pastor.
“Jesús es el buen pastor, aquel que cuida de las ovejas, que busca a la extraviada, que cura a la herida, que carga sobre sus hombros a la que esta cansada”, señaló el jerarca de la iglesia católica al invitar a los fieles a ser como Jesús, pues no solo los sacerdotes son pastores, también lo son los maestros, maestras, padres y madres de familia.
Reiteró que Jesús como buen pastor dio la vida por los suyos, en obediencia a la encomienda que le había dado Dios Padre para que se forme un solo rebaño bajo el cayado de un solo pastor.
“Todos, en mayor o menor grado, debemos ser pastores, tal vez en un grupo reducido de la familia o un grupo grande, que el Señor nos guíe”.
En la oración comunitaria de este domingo se pidió por las vocaciones sacerdotales, por las madres de familia para que sean buenas, evangelizadoras y educadoras en la fe, así como por los fieles difuntos y los enfermos.