La Arquidiócesis de Chihuahua se reunió en torno a su pastor, el Arzobispo Constancio Miranda Weckmann para agradecer al Buen Jesús su presencia viva en medio de los católicos, a través de su ministerio episcopal. Celebraron los 70 años de vida, 45 de ordenación sacerdotal y 24 años como obispo o centinela de la unidad.
La Catedral Metropolitana de Chihuahua fue la sede de la Fiesta Diocesana, donde se tuvo la participación de sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, laicos de parroquias y movimientos diocesanos, seminaristas, jóvenes y niños.
Fiesta de la Unidad Diocesana se le ha llamado a esta celebración, dado que Monseñor Miranda puede gozar de la plenitud del Sacramento del Orden, por lo que en una santa misa solemne y concelebrada.
En la homilía se reflexionó acerca de los ángeles, en el marco de la celebración de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel donde se dijo que actualmente estamos viviendo una sociedad muy inmediata donde nos vamos acostumbrando a lo que tocamos, lo trascendente, lo espiritual lo descalificamos o lo abaratamos.
Ante ello se exhortó a honrar el misterio de algo que nos trasciende y por otro lado la tradición cristina que intuyó que el cristiano debe conocer acerca de los ángeles, quienes son mensajeros, mediadores o puentes.
Se le dijo a la grey católica que los ángeles en la tradición cristina están seducidos por Dios, es decir, le pertenecen a Dios y en su propio nombre llevan insertado a Dios. Son mensajeros, médicos y suscitan vida.
Se llamó a los feligreses a tomar conciencia a que están llamados a ser puentes, como lo es el obispo de Chihuahua quien es el centinela de la iglesia, y que todos puedan llevar vida a través de la caridad.
Toda la comunidad eclesiástica y católica reunida en la Catedral se unió en oración para pedirle a Dios que Monseñor Constancio predique con fe y constancia el misterio de Jesucristo, para que trabaje entre nosotros para la edificación del cuerpo de Cristo y se mantenga en comunicación con los demás obispos, además para que vele por el pueblo santo de Dios para guiarlo por el camino de la comprensión, amor y caridad.
A nombre del presbiterio de Chihuahua le desearon felicitaciones por sus 70 años de vida, 45 años de vida sacerdotal y 24 años de obispo. “Que el Señor le siga llenando de bendiciones y que le conceda ser un pastor que entregue la vida por sus ovejas”.
Finalmente, Monseñor Miranda señaló que el obispo es el garante de la unidad de la iglesia, la unidad es una de las virtudes que Cristo desea para todos.
Al terminar la celebración eucarística le cantaron Las Mañanitas. Los festejos en honor a don Constancio Miranda continuaron en las instalaciones del Centro Pastoral donde compartieron el pan y la sal.